Terapias Deportivas
Tenis

El tenis tiene sus orígenes en el antiguo juego del "handball", antes de la era cristiana y era practicado por los griegos. Actualmente es uno de los deportes más populares del mundo, y fue conocido como "Deporte de Reyes" en el siglo XIV en Francia, donde se lo llamó: "El jeu de paume". Se jugaba entre los caballeros y las damas de la Corte, y no usaban raqueta, sino que se enviaban una pelota por encima de una cuerda, golpeándola suavemente con la mano abierta. La pelota, era una bolsita de tela rellena con cabello; y en muchos casos no resistía ni siquiera este suave golpe, debido a su fragilidad.

El pueblo francés no tardó en descubrir el juego que básicamente generaba ejercicio y producía diversión; lejos de tomárselo en serio, era una buena excusa para un té, quizás un banquete o cualquier otro evento social; hecho éste que desagradaba al Rey Luis X, quien entonces tomó la decisión de prohibirlo para todos. Tiempo después, dicho rey, al que llamaban "el irascible" por el modo que tenía de jugar, sufrió un resfrío al terminar un partido y falleció de pulmonía. A pesar de ello, la Corte lo continúo jugando y produjeron la primer raqueta que era un pergamino de aspecto rústico, chato y ovalado con un mango pesado. También crearon una pelota más resistente, dado que la anterior era excesivamente frágil.

Dada la gran aceptación que tuvo el uso de la raqueta, ésta fue mejorada, lográndose una más liviana, más redonda y con el mango más largo. Todavía deporte para las clases y no para las masas, el juego se extendió a Inglaterra. A comienzos del siglo XVII, la cuerda fue reemplazada por una red, y en la nueva raqueta, el viejo pergamino era reemplazado por cuerdas de tripa.

El Rey volvió a prohibirlo mediante la publicación de un edicto, cuando se enteró que debajo de la red, se colocaba una vasija de oro donde los espectadores arrojaban dinero para apostar por los jugadores. El deporte quedó proscripto por mucho tiempo, y se jugaba a ocultas por entusiastas que veían en el tenis una recreación deportiva, buena y sana.

En el año 1863, en la India, un oficial británico llamado Walter Wingfield, recuperó el tenis "al aire libre", y lo introdujo en Inglaterra aproximadamente en el año 1874.

La señorita Mary Outerbridge, (una joven americana que durante sus vacaciones en Bermuda había visto jugar el deporte) lo introdujo en Estados Unidos en 1876; pero casi no la dejan pasar en la aduana de New York, dado que los inspectores de la misma, desconocían un equipaje tan extraño, basado en redes, raquetas y pelotas de tenis.

Inicialmente, los jugadores resolvieron llamar al deporte "tennis on the lawn" o sea tenis sobre el césped. Con el correr del tiempo se lo llamó "lawn tennis" y finalmente, "tennis".

Esta palabra, parece ser la pronunciación inglesa de la voz francesa "tennez", que era la exclamación que hacían los jugadores franceses cuando tiraban la pelota al adversario, queriendo significar ¡tomá!.

Hacia 1881, los hermanos Renshaw, impusieron el juego de volea cerca de la red. Esto generó una gran conmoción, creando malestar entre los que apoyaban esta novedad y los que estaban con Mr. Lanford, que era un defensor del juego de base.

El verdadero tenis como se conoce hoy, nació en realidad en las canchas del All England Lawn Tennis and Croquet Club, que estaba precisamente en Wimbledon. Allí el tenis fue superando al que hasta entonces era su deporte principal: el croquet.

Al principio fue construida una pista, y luego debido al auge que tomaba el deporte se hizo necesaria la construcción de más y más canchas hasta alcanzar el prestigio que tiene hoy en día no solo el club, sino el torneo que es sin duda el más importante del mundo por historia. Antiguamente, el ganador de este torneo era considerado campeón mundial. El primer campeonato sobre césped fue en Wimbledon y su ganador fue Spencer Gore en 1877.

Damas para la historia

Son muchas las damas que llenaron de gloria las páginas del tenis. Actualmente no es difícil retener los nombres de las jugadoras más destacadas, dada la gran información que se puede recibir en el mismo instante en que el hecho está sucediendo.

Sin embargo, es lindo saber que el primer torneo para damas, se pudo jugar recién en 1879; fue en Dublin, el título de Irlanda, y lo obtuvo Mary Langrishe.

En el año 1883, participaron por primera vez en Wimbledon, y el torneo lo ganó Maud Watson. Unos años después, en 1887, Ellen Hansell ganó el primer torneo femenino de los Estados Unidos, en Philadelphia. Ese mismo público de Philadelphia se escandalizó cuando Hazel Hotchkiss, en 1909, ganó el título de los Estados Unidos con un vestido de mangas cortas. Tiempo después, Hazel, ya conocida como la señora Wightman ganaría 45 títulos en su país y donaría en 1923, la copa que inició la confrontación anual por equipos entre los Estados Unidos y Gran Bretaña.

Suzanne Lenglen irrumpió en el tenis en 1920; obtuvo 5 años consecutivos el torneo de Wimbledon, y le dió a Francia, su país, el orgullo de estar considerada una de las máximas figuras de la historia del tenis.

Una grande con todas las letras, Maureen Connolly, en 1951, con 16 años, fue la más joven campeona de Estados Unidos de la historia; y en 1953, la primer mujer en obtener el Grand Slam. Cuatro años después, en 1957, Althea Gibson, fue la primer jugadora de color que ganó Wimbledon y Forest Hills. Unos años más tarde, la sucedería su compatriota norteamericano Arthur Ashe (pero no pertenece a la historia femenina).

En una época más contemporánea, en 1963, se comenzó a disputar la Federation Cup, competencia similar a la Copa Davis, pero exclusivamente para damas. Estados Unidos, superó a Australia por 2 a 1 en esa primer confrontación.

Una argentina, Norma Baylon, estuvo considerada entre las 6 mejores jugadoras del mundo por la prensa especializada, a mediados de la década del 60; y en los '90, Gabriela Sabatini, la mejor jugadora argentina de todos los tiempos, llegó al puesto Nro. 3 del Ránking de la WTA (Asociación Femenina de Tenis).

Otra perla femenina: Chris Evert obtuvo el récord de triunfos consecutivos en 1974 con 56 partidos. Una década después, en 1984, Martina Navratilova consiguió 74 victorias consecutivas; y en 1994, se retiraba con un récord inigualable de 168 títulos en single, 9 de ellos en Wimbledon, y 54 títulos de Grand Slam incluyendo singles y dobles. Martina fue Número 1 del Mundo durante 331 semanas. Muy pocos años después, Steffi Graf, otra grande de todos los tiempos, batía este último récord hasta el momento inigualado de 377 semanas en el 1er. puesto del escalafón mundial, sumando en su haber entre otras cosas, 7 títulos en Wimbledon.

*** Artículo publicado en el sitio A PLENO TENIS.COM.AR

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