En realidad no se trata de una verdadera vitamina pero se utiliza este término para denominar a los ácidos grasos insaturados que son imprescindibles para el organismo, especialmente el ácido linoleico.
Tienen en común que el organismo no puede sintetizarlos y deben adquirirse en la dieta.
Los acidos grasos no actuan como sustancias activas que reaccionan con otros compuestos como el resto de las vitaminas, sino que pasan a formar parte de las membranas celulares como elementos estructurales.
Estos ácidos participan en el transporte de oxígeno por la sangre, regulan el índice de coagulación sanguínea, dispersan el colesterol depositado en las venas, inducen una actividad hormonal normal y nutren todas las células de la piel.
Se dividen en dos grupos o series: la serie omega 3 y la omega 6. La primera está formada por los ácidos linoleico, linolénico y araquidónico y están presentes en los aceites vegetales vírgenes, las semillas de girasol, los frutos secos y los aguacates. También se incluye en esta serie el ácido gamma-linolénico, presente en el aceite de prímula (también llamada onagra) o de borraja.
La serie omega 6 la constituyen los ácidos grasos eicosapentaónico y docosahexaenóico, que se encuentran abundantemente en los pescados grasos.
Alimentos ricos en ácidos grasos esenciales
- Aceite de semillas
- Aceite de soja
- Aceite de girasol
- Aceite de maíz
- Nueces
- Margarina
- Almendras y cacahuetes
- Aceite de oliva
- Tocinos y mantecas
- Mantequilla