El trauma de alimentar a una hija anoréxica
"Al final no lo pude controlar. Tuve que dejar el trabajo. No podía cumplir con mis turnos porque estaba preocupada por su seguridad", recuerda.
Jane había pasado meses intentando persuadir a Lily de que comiera. Todo empezó cuando trató de adelgazar para la fiesta del colegio. Luego eliminó todos los carbohidratos y grasas de su dieta.
"Tenía que intentarlo y hacer que comiera, pero fue increíblemente duro. Luché para tener tratamiento y apoyo mientras intentaba evitar que estuviera cada vez más delgada", recuerda.Hacia finales de 2011, Lily fue admitida como paciente en la unidad de trastornos alimenticios en niños y adolescente del hospital de Birmingham, Inglaterra, donde permaneció por ocho meses.
Retomar el control
Jane recuerda que se sintió "aliviada" el día que dejó a Lily con una bolsa con pijamas nuevos y ropa cómoda. Cuenta que Lily estaba "un poco adormecida".
Lo único que sabía Jane es que necesitaba que alguien se encargara de su hija. Y la unidad de Birmingham, a 45 minutos de su casa, parecía la solución."Cuando vienen a nosotros es porque la cosa está muy mal", explica Dan O'Mara, enfermera psiquiátrica y encargada de la unidad. "Les decimos que algo debe cambiar pronto".
El objetivo es ayudar a los pacientes a alcanzar un peso saludable y fomentar buenos hábitos alimenticios.
Publicado el 28/07/2014
Fuente: Terra