10 must para comer fuera de casa

¿Te cuesta mantener la línea porque comes mucho fuera de casa? ¿Cuándo sales a cenar te permites todos los caprichos? ¿Las cañas y las tapas te pierden? Empieza tu “operación biquini” siguiendo los consejos de Irene Fernández Jalao, Directora de Nutrición y Dietética de los centros de salud Woman 30, para comer bien y bajo en calorías fuera de casa. Te las resumimos en diez pautas que te ayudarán a perder peso sin darte cuenta.

1. Tentaciones en la mesa. El salero, el pan las aceitunas, la mantequilla, los frutos secos, las patatas fritas Cuando comemos fuera hay que tener en cuenta que muchos de los platos que nos sirven pueden llevar más sal, salsas o condimentos que los que estamos acostumbrados a tomar en las comidas que nos preparamos en casa, si es que nuestra dieta es sana y equilibrada. Una buena idea es quitar de la mesa este tipo alimentos, especialmente el picoteo. También podemos sacar el aceite y la sal si lo que nos sirven ya está condimentado. Si lo que queremos es darle un mayor sabor a la comida, se puede añadir pimienta y otras especias sin moderación.

2. Qué beber si salimos. Sobre todo, hay que evitar tomar bebidas muy frías o azucaradas, como los refrescos. Respecto a estos últimos, podemos consumir bebidas light, pero es más recomendable beber un té frío o una copa de vino o de cerveza. Estas bebidas alcohólicas, si se consumen con moderación, no son malas para la salud. Los zumos de frutas naturales, si son recién exprimidos, son también muy recomendables, ya que nos ayudan a ingerir los nutrientes que necesitamos.

3. ¿Cómo elegir el menú en un restaurante? Lo más recomendable sería optar por un plato único, que nos sacie pero que no empache. Si se puede elegir, mejor un plato que no requiera grandes cantidades de aceite para su preparación. Si optamos por un entrante, mejor una ensalada, pero sin aliñar, para que podamos controlar las cantidades de aceite y sal que vamos a tomar. Si el plato principal va con guarnición o acompañamiento y se puede elegir, lo recomendable es evitar las patatas, ya sean asadas o fritas, y escoger mejor ensalada o verduras. Lo importante es evitar platos como las frituras, empanados, rellenos o gratinados.

4. Alimentos frescos y de temporada. Algo muy importante y a lo que no se presta mucha atención a la hora de escoger restaurante es si la comida que compran es de mercado o no. Es decir, si utilizan productos de temporada, frescos y de proximidad, o si en su carta hay un exceso de productos que no son de temporada y que, por tanto, o bien son importados de otros de países, o están envasados o preparados. Si se puede optar por lo fresco, siempre es mejor, ya que lo productos preparados normalmente llevan más cantidad de sal o de salsas de la recomendada.

6. ¿Reducir los carbohidratos? Lo mejor es intentar comer de forma similar, tanto en preparación como en cantidad, a como lo haríamos en casa si nuestra dieta es equilibrada. Para evitar comer mucho, es recomendable tomar antes de ir al restaurante una fruta tipo manzana o un yogur, y evitar llegar con mucha hambre, ya que si no será más complicado controlar la cantidad y el tipo de alimento que escogeremos de la carta.

7. ¿Qué comer entre horas fuera de casa o en la oficina? Para comer entre horas lo más recomendable es una fruta grande o dos pequeñas. También tenemos que vigilar el momento del día. La fruta es muy buena a lo largo de la mañana, ya que aporta mucha energía y es cuando más rápido quemamos las colorías que aporta, aunque a media tarde también se puede comer. La fruta podemos sustituirla por un yogur desnatado, que aporta calcio y vitamina B, que se pierde en la cocción de los alimentos.

8. ¿Qué tipo de restaurante elegir para comer o cenar fuera? Sobre el tipo de restaurantes, lo importante es apostar por aquellos que sabemos que incluyen en su carta productos frescos, naturales y de proximidad, al margen del tipo de comida que ofrezcan (oriental, mediterránea, etc.). Lo que es recomendable evitar es el de tipo buffet libre, ya que nos costará mucho más controlar las cantidades.

9. Beber agua durante todo el día. Es importantísimo y lo primero que tenemos que hacer si queremos que nuestra dieta sea sana y equilibrada. Como mínimo tenemos que beber 1,5 litros diarios, aunque lo recomendable es beber entre 2 y 2,5. Es buenísimo para nuestro organismo y además ayuda a controlar la ansiedad. Muchas veces tenemos sensación de hambre cuando en realidad lo que necesitamos es hidratarnos bebiendo agua.

10. Comer despacio, intentar mantener unos horarios, no hacerlo frente al ordenador, dar un paseo después de comer Comer con tranquilidad y calma, y masticando despacio, es un buen recurso para controlar la cantidad de alimento que ingerimos y mejorar la digestión, algo muy importante si comemos fuera de casa. Otro punto importante es comer cinco veces al día, y no espaciar mucho las comidas para no llegar con hambre o ansiedad a las ingestas principales. Un paseo después de comer nos ayudará a que la digestión sea menos pesada.

Si pasamos muchas horas delante del ordenador y nuestro horario nos lo permite, podemos optar por acudir a un gimnasio antes de la hora de comer y hacer ejercicio durante 30 o 45 minutos. Si optamos por un plan de ejercicio personalizado, con media hora podremos reactivarnos después de toda la mañana sentados, y si vamos por la tarde después del trabajo, nos ayudará a quemar el exceso de calorías y grasa y a mantenernos sanos, tanto por dentro como por fuera. Es muy importanteno ir al gimnasio con el estómago vacío o con sensación de hambre. Es recomendable comer algún alimento tipo de fruta (un plátano, por ejemplo), antes de la sesión de ejercicio. Por último, para saber qué comer y cuándo comer para llevar una dieta lo más equilibrada posible, es recomendable acudir a un especialista, que nos aconsejará y personalizará la dieta, adaptándola a nuestros hábitos diarios.

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Publicado el 17/03/2014
Fuente: Terra