Dietas 'sin': gluten, azúcar, lactosa... ¿moda o necesidad?
La tendencia a depurar el organismo ha puesto de moda regímenes que eliminan algún alimento supuestamente nocivo para la salud, la belleza o el estado de ánimo. Pero ¿es conveniente suprimir estos nutrientes si no somos intolerantes a ellos? ¿Qué ventajas o qué peligros tiene esta práctica?
¿Tiene sentido prescindir del gluten, el azúcar o la lactosa sin ser intolerantes a estos nutrientes? ¿De verdad son tan tóxicos como predican algunos gurús de las dietas?
El hecho de que algunas celebrities, como Kim Kardashian o Miley Cirus, les hayan declarado la guerra en Twitter ha hecho que mucha gente siga su ejemplo pensando que así conseguirán una piel más bonita, una mejor salud o remontar su estado de ánimo.
Para saber qué beneficios nos puede reportar y qué riesgos implica eliminar estos y otros nutrientes de nuestra alimentación, nos hemos puesto en contacto con el equipo de nutricionistas del Centro Pronaf, avalado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y pionero en España en la educación de hábitos nutricionales para la pérdida de peso.
Azúcar, depende del tipo
Según los expertos de Pronaf, “el azúcar es un nutriente esencial en nuestra dieta”. “No hay que confundir los azúcares en general con la sacarosa o azúcar de mesa”, dicen. “Muchas dietas tienden a restringirlo o eliminarlo ya que es una fuente de calorías”. Según estos expertos, “lo importante en este caso es distinguir entre la glucosa, de la que se nutren órganos como el cerebro, y evitar los azúcares añadidos de algunos alimentos como son los refrescos”. “Este tipo de azúcares añadidos son uno de los principales causantes de la epidemia de sobrepeso y obesidad que hay actualmente”, afirman.
Pros. Se evitan los picos de glucosa en el organismo.
Contras. No dispondremos de una fuente de energía rápida en situaciones en las que el organismo la necesita, como es el caso de los deportistas durante las competiciones.
Gluten, sólo intolerantes
Como dicen los nutricionistas de Pronaf, “En el caso del gluten, su eliminación se debe a una nueva moda impulsada por las celebrities”. De hecho, en Estados Unidos crece cada día el número de “celíacos por elección”. “Lo cierto es que si no tienes una intolerancia al gluten (es decir, si no eres celiaco), no tiene ningún sentido eliminar los alimentos que contienen esta proteína (trigo, cebada, centeno y avena)”, añaden.
Pros. Para los celíacos resulta fundamental hacerlo, ya que si los consumen, las microvellosidades del intestino se dañan, provocando una mala o nula absorción de los nutrientes.
Contras. Al eliminar el gluten estamos quitando alimentos ricos en hidratos de carbono como el trigo, la cebada, el centeno y avena y los derivados de cada uno de estos cereales. Esto hará que la variedad en la dieta se vea limitada.
Lactosa, sólo intolerantes
Según los expertos de Pronaf, “hay muchas dietas que prohíben los lácteos, ya que además de ser una fuente de hidratos de carbono sostienen que el hombre es la única especie que sigue tomando leche después de la lactancia”. “Lo cierto es que la leche, yogures y derivados son una excelente fuente de calcio y vitamina D”, dicen. “Otra cuestión es el caso de la persona que presenta intolerancia a la lactosa, lo que le produce malestares digestivos”. “En cualquier caso -explican-, hoy en día existe una amplia gama de productos sin lactosa que permiten seguir consumiendo lácteos”.
Pros. Es aconsejable que los intolerantes a la lactosa la eliminen de su dieta, ya produce malestares digestivos y otra serie de síntomas que afectan a la vida del individuo.
Contras. Al quitar los alimentos ricos en lactosa eliminaremos muchos alimentos considerados como fuente de calcio, como la leche, el queso, los yogures… Debido a ello la alimentación no solo sería menos variada sino que también deberíamos saber qué alimentos ricos en calcio debemos consumir cada día para realizar el aporte adecuado de este mineral.Hidratos y ‘dietas milagro’
“Casi todas las ‘dietas milagro’ que aparecen en esta época cada año tienen en común una restricción de los hidratos de carbono”, dicen desde Pronaf. “Con ello se consigue una mayor pérdida de peso en el inicio, pero también se produce un efecto rebote en el momento en que dejas la dieta”, dicen. “Lo ideal es realizar una dieta equilibrada, que contenga todos los macronutrientes en sus proporciones adecuadas, siendo los hidratos de carbono (contenidos en verduras, frutas, cereales, patatas, legumbres, etc.) los que deben tomarse en mayor proporción”, añaden.
Pros. Rápida disminución de peso (a costa de poner en riesgo nuestra salud).
Contras. Al quitarnos los hidratos de carbono de la alimentación el organismo entra en un estado de cetosis que, prolongado en el tiempo, puede ser perjudicial para nuestro organismo.
Eliminar resíduos
“Una dieta baja en residuos (fibra, grasa, lácteos) se suele prescribir cuando existe una patología en el tracto digestivo tipo gastritis, diverticulosis, colitis, etc.”, explican los nutricionistas de Pronaf. “También en casos de diarrea”. “Así mismo, se utiliza para realizar pruebas diagnósticas que requieran que ese tacto digestivo se encuentre libre”. “Pero en ningún caso es recomendable utilizarlas como método de adelgazamiento”, concluyen.
Pros. Es importante realizar este tipo de dietas cuando tenemos que hacernos alguna prueba médica, como una colonoscopia, con el fin de conseguir que el colon esté lo más limpio de residuos posible, ya que la grasas enlentecen el vaciamiento gástrico. Como se necesita un tubo digestivo lo más rápido y limpio posible se aconseja un consumo limitado de este tipo de resíduos.
Contras. La fibra es fundamental para el organismo por los múltiples beneficios que aporta. Al eliminar alimentos ricos en fibra el tránsito intestinal disminuye, por lo que las sustancias tóxicas están más tiempo en contacto con la mucosa del colon, pudiendo dar lugar a células cancerosas. La grasa es necesaria para nuestro organismo y debemos incorporarla todos los días (entre un 30-35% del valor calórico total de la dieta diaria), pero debemos aportar grasas saludables (aceite de oliva, pescados grasos, nueces).
Publicado el 03/10/2014
Fuente: Terra