Delgados con enfermedades de obesos

Según un nuevo descubrimiento científico, la alteración de un gen asociado a una menor distribución de la grasa debajo de la piel incrementa las probabilidades de sufrir enfermedades metabólicas.

Las personas obesas no son las únicas predispuestas a padecer diabetes o patologías de índole cardiovascular. Los datos que se desprenden de un estudio dirigido por José Manuel Fernández-Real, jefe de la sección de diabetes del Hospital Josep Trueta de Girona muestran que el gen IRS1 está relacionado con una menor cantidad de grasa corporal.

Según dicha investigación, en la que han participado setenta y dos instituciones de diez países, ese mismo gen también induce a tener concentraciones elevadas de colesterol y glucosa en la sangre, dos marcadores clave en las enfermedades metabólicas.

Para tratar de entender por qué un gen asociado a la delgadez conlleva un incremento del riesgo de enfermedad metabólica, los científicos investigaron la distribución de la grasa corporal en personas portadoras de una variante de este gen. De este modo, descubrieron que dicha variante del gen sólo reduce la grasa subcutánea pero no la grasa visceral.

"La grasa de debajo de la piel puede ser beneficiosa, en cambio la grasa que se acumula debajo del abdomen es perjudicial", explica José Manuel Fernández-Real, jefe de la sección de diabetes del Hospital Josep Trueta de Girona y miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición.

"La grasa subcutánea es un almacén fisiológico de energía. Si por una alteración genética esta capacidad se ve limitada, la grasa se deposita en lugares donde no debería hacerlo, tales como los músculos, el hígado y el abdomen", señala.

Las mujeres tienen un mayor depósito de grasa subcutánea. En los hombres, por el contrario, la capacidad de almacenar grasa debajo de la piel está disminuida. Por ello, esta grasa "se deposita en el abdomen, donde hace daño", indica el médico.

Las hormonas femeninas, además de ejercer sus múltiples funciones, favorecen la formación de un depósito de grasa bajo la piel. Dicha grasa será necesaria durante el embarazo "para suplementar con esa energía al nuevo feto en gestación", manifiesta el doctor Fernández-Real.

Asimismo, el número de infartos de miocardio es muy superior en hombres durante las primeras décadas de la vida, apunta. Sin embargo, "a partir del cese de los ciclos menstruales, la mortalidad por infarto de miocardio se empieza a igualar entre ambos sexos", afirma.

Esto podría deberse, entre otras cosas, a que después de la menopausia se acumula menos grasa bajo la piel y esta comienza a depositarse en el abdomen, sostiene el investigador.
IRS1 y Diabetes

En cuanto a la diabetes, el llamado receptor de la insulina de tipo 1 o IRS1 no afecta a cómo se crea la insulina en el páncreas sino a cómo responden los tejidos a ella.

"La mayoría de los genes que se han identificado hasta la fecha como de riesgo de diabetes tipo 2 lo que hacen es reducir la función del páncreas, específicamente de las células beta del páncreas que producen la insulina. El IRS1 tiene que ver con la función de los otros tejidos del cuerpo", afirma el doctor Fernández-Real.

"En lugar de reducir la producción de la insulina, reduciría el efecto de esta sustancia en los músculos, el hígado y la grasa, un proceso conocido como resistencia a la insulina", aclara.

Sin embargo, aunque los genes desempeñan un papel importante cuando se trata de obesidad y de otras patologías relacionadas con el sobrepeso, factores como una alimentación adecuada o el ejercicio físico pueden ayudar a combatir sus efectos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, "en 2001, las enfermedades crónicas causaron aproximadamente un 60 por ciento del total de 56,5 millones de defunciones notificadas en el mundo y un 46 por ciento de la carga mundial de morbilidad".

Asimismo, esta entidad estima que "la proporción de la carga de enfermedades no transmisibles aumente a un 57 por ciento para 2020".

"Casi la mitad del total de muertes por enfermedades crónicas es atribuible a las enfermedades cardiovasculares. La obesidad y la diabetes también están mostrando tendencias preocupantes, no sólo porque afectan ya a una gran parte de la población sino también porque han empezado a aparecer en etapas más tempranas de la vida", sostiene la OMS.

Publicado el 28/06/12
Fuente: Terra


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