Restaurantes de comida rápida de Nueva York reducen grasas trans
Los consumidores de comida rápida de Nueva York están comiendo mucha menos grasa dañina que hace cuatro años, cuando se implementaron las restricciones a su uso en los restaurantes, según revela un estudio de la ciudad.
Las grasas trans, especialmente comunes en los aceites vegetales hidrogenados, están asociadas con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca en el largo plazo.
El nuevo estudio, que halló que el contenido del menú promedio se redujo de 3 a 0,5 gramos de grasas trans, no prueba que las restricciones evitarán la enfermedad cardíaca o las muertes tempranas.
Aun así, "es un pequeño paso hacia adelante", dijo Alice Lichtenstein, de Tufts University, Boston, que escribió un editorial sobre el estudio publicado en Annals of Internal Medicine.
"Sólo se trata de las grasas trans. No tiene efecto alguno en las calorías. No quiere decir que se pueda comer la cantidad que se desee. Tenemos que pensar estos cambios en el contexto de la alimentación integral. Es un cambio pequeño en la dirección correcta. Necesitamos más", agregó.
En el 2006, la ciudad de Nueva York prohibió que los restaurantes sirvan alimentos con aceite vegetal hidrogenado y los que contengan 0,5 gramos o más de grasas trans por porción.
Esta restricción se implementó en el 2008.
Los autores entrevistaron a los clientes que salían de 168 restaurantes de comida rápida de 11 cadenas populares. Lo hicieron un año antes y un año después de la aplicación de la norma.
Los restaurantes incluían a las cadenas McDonald, Burger King, Subway, KFC y Pizza Hut.
A partir de los tickets de compra de los 6.969 clientes entrevistados en el 2007, el equipo determinó que el menú promedio tenía 2,9 gramos de grasas trans. En el 2009, ese valor había descendido a 0,5 gramos entre los 7.885 clientes entrevistados.
La compra de los menús sin grasas trans pasó del 32 al 59 por ciento con la implementación de las restricciones.
Es más: durante el estudio, aumentó la cantidad de grasas saturadas en los menús, de modo que la cantidad de grasas "dañinas" en el menú promedio disminuyó significativamente.
Las grasas trans "se pueden reemplazar con aceites más saludables, de modo que sabíamos que era algo que se podía modificar", dijo Christine Curtis, del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York, y coautora del estudio.
"Nos dio mucho gusto ver estos resultados", agregó. El estudio "demuestra realmente que las normas locales pueden reducir la exposición a las grasas trans", sostuvo.
Curtis opinó que la prohibición podría influir positivamente en la salud pública. "Podría reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular", dijo.
Sin embargo, Lichtenstein fue más cautelosa. "No podemos esperar que esto se traduzca repentinamente en una reducción de las tasas de enfermedad cardíaca (...) Pero si avanzamos lentamente, seguramente obtendremos un beneficio", agregó.
Para Lichtenstein, otras dos estrategias para una alimentación más saludable es reducir el sodio y utilizar carnes magras en el menú de los restaurantes de Nueva York.
Y los autores coinciden en que, a partir de estos resultados, otras ciudades podrían mejorar la calidad de los menús que ofrecen sus restaurantes, por lo menos en cuanto a las grasas trans.
Publicado el 25/10/12
Fuente: Terra