Los niños no abandonan la leche por las gaseosas
Un estudio contradice pruebas previas de que las gaseosas y otras bebidas azucaradas estarían desplazando a los líquidos más nutritivos de la dieta infantil.
Una encuesta a más de 7.000 estudiantes revela que algunos niños beben cada vez menos leche con los años, mientras que el consumo de gaseosas y otras bebidas dulces permanece bastante estable. Por lo tanto, no reemplazaría al de la leche.
Los resultados son "algo sorpresivos", dijo Solveig Cunningham, coautor del estudio y profesor asistente de la Emory University. "Los niños tienden a beber más de algo o menos de algo", indicó.
Por otro lado, es una buena noticia que los niños no estén reemplazando la leche con bebidas poco saludables.
No obstante, Sara Bleich, profesora asistente de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de Johns Hopkins, dijo: "Sugiere que cuando las personas ingieren calorías en forma de líquido, no lo compensan. No causan saciedad y sólo suman calorías" al resto de los alimentos.
El equipo de Cunningham revisó los resultados de una encuesta realizada a 7.500 estudiantes entre el 2004 y el 2007. En quinto y octavo grados, los niños respondieron cuestionarios sobre qué y cuánto comían y bebían.
Los autores comprobaron que, en general, tendían a consumir cada vez menos leche a medida que crecían: el 53 por ciento en quinto grado y el 46 por ciento en octavo grado.
Al mismo tiempo, el porcentaje de niños que consumía bebidas dulces todos los días en quinto y octavo grado se mantuvo bastante estable, del 27 al 29 por ciento.
El equipo determinó que esa variación del consumo de leche no estaba relacionada con la cantidad de bebidas dulces ingerida.
"Este patrón indica que las bebidas azucaradas no desplazaron otras bebidas calóricas de la dieta infantil", escribe el equipo en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
La doctora Claire Wang, profesora asistente de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Columbia University, consideró interesantes los resultados, "pero no diría que son concluyentes".
Es que los niños tuvieron que recordar cuántos vasos de cada bebida habían ingerido la semana anterior. "Aun para un adulto es algo difícil de hacer", dijo Wang.
También destacó las fortalezas del estudio, como haber incluido una muestra representativa de los estudiantes del país.
Cunningham dijo que algo que no estuvo en el estudio y le gustaría investigar es cuánta agua beben los niños. Es posible que a los que siguieron bebiendo mucha leche y bebidas dulces no los alentaran a consumir agua, sino leche, jugos o gaseosas.
Para Bleich, los niños tienen que aprender que el agua es una buena opción.
Publicado el 20/08/12
Fuente: Terra