¿Conoce la diferencia entre probióticos y prebióticos?

Durante el invierno las bacterias son las guardianes de la salud.

Muchas veces vemos en las etiquetas de los alimentos ingredientes que dicen relación con "probióticos" o "prebióticos", pero nadie entiende bien qué son.

Jocelyn Tapia, del Círculo de Nutricionistas de Sodexo, indica que éstos pertenecen a la gama de alimentos funcionales, los que define como aquellos que en su forma natural o modificada contienen compuestos activos que al ser consumidos, producen un beneficio para la salud en nuestro organismo.

No es lo mismo probióticos que prebióticos

Los primeros son bacterias que viven en nuestro tracto intestinal, mientras que los Prebióticos constituyen el alimento de estas bacterias. Éstas tienen muchísimas funciones en nuestro cuerpo que nos ayudan a tener una buena salud, y al mismo tiempo se benefician de vivir en nosotros.

La nutricionista de Sodexo afirma que "los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran por lo general en leches y yogurt, estos son inofensivos en el organismo humano y al ser consumidos ayudan a prevenir infecciones intestinales; por lo tanto, mejoran el sistema inmune, ya que colonizan el tracto digestivo impidiendo que los microorganismos que son perjudiciales para la salud se multipliquen de forma nociva".

La profesional asegura que "naturalmente poseemos microorganismos en nuestro sistema digestivo, los cuales adquirimos al momento de nacer y que llevaremos toda la vida, estos microorganismos componen la flora intestinal, por lo tanto los Probióticos la favorecen, enriqueciéndola".

Por su lado, los prebióticos son distintos tipos de fibra, que según la profesional "no son digeribles por nuestro organismo, pero sí son utilizados como alimento por los microorganismos que poseemos en la flora intestinal.

Los prebióticos se pueden encontrar en galletas, cereales y productos lácteos y también de forma natural en frutas y verduras, que al consumirlos producen un efecto beneficioso ayudando a regular el tránsito intestinal. Por lo tanto, el consumo de probióticos y prebióticos en nuestra dieta nos protege de enfermedades infecciosas y además regula la digestión" aclara la nutricionista.

La experta advierte que entre 1.5 y 2kg de nuestro peso corporal corresponde a la flora intestinal, y esta cantidad representa entre 500 y 1.000 especies diferentes de microorganismos, algunos todavía sin identificar. Además indica que en nuestro cuerpo hay más células de bacterias que las propias del organismo, y que "es bueno que tengamos tantas bacterias en nuestro cuerpo, pues nuestro organismo tiene muchísimas ventajas para nosotros: En primer lugar evitan que bacterias patógenas -que son las que nos pueden causar daño- se desarrollen en nuestro intestino; promueven el movimiento intestinal y por lo tanto previenen el estreñimiento y mejoran la absorción de los nutrientes de los alimentos; además, ayudan a mejorar nuestro sistema inmune, el encargado de defendernos frente a organismos dañinos.

Para aquellas personas que son intolerantes a la lactosa, también los ayudan a disminuir ciertos síntomas pues las bacterias del intestino digieren a la lactosa. Así mismo, pueden contribuir a prevenir algunas alergias alimentarias y muchas enfermedades del colon, desde diarreas hasta Cáncer. Además, estos microorganismos pueden prevenir enfermedades respiratorias.

Es importante saber que existen varios factores que pueden influir en el número de microorganismos que tenemos en nuestro cuerpo, tales como la alimentación, higiene, consumo de algunos medicamentos, el clima, la edad, presencia de alergias, e incluso nuestros niveles de estrés. Por ello, se recomienda consumir diariamente una cantidad entre 108 y 109 UFC (Unidades formadoras de colonias), que equivalen a consumir un "Uno al Día" o un "Chamito" diariamente.
El ácido del estómago no les hace daño a las bacterias que consumimos, pues para que un microorganismo se considere probiótico, debe ser capaz de resistir la acidez del estómago, se debe poder adherir a la pared del intestino y debe permanecer viable durante su almacenamiento. Sin estas características las bacterias no podrían aportar ningún beneficio para nuestra salud. Los probióticos se encuentran en alimentos lácteos fermentados algunos quesos, yogurt, pepinillos, aceitunas, algunos cereales, cerveza y salsa de soya, entre otros.

Cada especie de bacteria de nuestro intestino tiene un alimento preferido, es decir, los probióticos seleccionan sus prebióticos. Los prebióticos normalmente se encuentran en cereales integrales, verduras y frutas como la cebolla, ajo, espárragos, alcachofa de Jerusalén, endivia y plátanos.

"Para tener un equilibrio en nuestra flora intestinal es importante consumir tanto probióticos como prebióticos, para que de esa manera las bacterias de la flora ejerzan todos sus beneficios en nuestro organismo", concluye la Nutricionista.

Publicado el 18/06/12
Fuente: La Segunda


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