Médicos deberían controlar la obesidad en pacientes
Los médicos deberían controlar el peso y la altura de todos sus pacientes para determinar si son obesos e indicarles una dieta intensiva y un programa de ejercicio si es necesario, indican nuevas guías de un panel de especialistas respaldado por el Gobierno de Estados Unidos.
La Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF por su sigla en inglés) indicó que los lineamientos se hacen eco de sus recomendaciones del 2003 de realizar controles para detectar la obesidad, aunque toman en cuenta evidencia más reciente de que los adultos pueden perder peso y mantener ese descenso con la ayuda adecuada.
"La buena noticia es que aún lo que se consideraría una pérdida de peso modesta en lugar de radical tiene enormes beneficios para la salud", entre ellos reducir el riesgo de diabetes e hipertensión, dijo Susan Curry, miembro del panel y decana de la Facultad de Salud Pública de la University of Iowa.
"Perder el 5 por ciento del peso corporal tiene enormes beneficios para la salud, y los programas de asesoramiento conductual intensivos ayudan a lograr eso y sostenerlo", dijo Curry.
La necesidad de controlar el aumento de peso a nivel nacional en Estados Unidos ha crecido a medida que aumentan los costos médicos y económicos de la epidemia de obesidad. Más de dos tercios de los adultos del país pueden ser clasificados como personas obesas o con sobrepeso.
Los programas efectivos de adelgazamiento, dijo Curry, incluyen tanto respaldo nutricional como en la actividad física. Deberían ayudar a las personas a superar cualquier barrera que tengan para lograr o mantener los cambios en su estilo de vida.
La obesidad se define por un índice de masa corporal (IMC) -una proporción entre el peso y la estatura- de 30 o más. Eso equivale a una persona de 1,68 metros de altura que pesa 84,4 kilos o alguien de 1,83 metros que pesa 100 kilos.
En la evidencia evaluada por el panel estadounidense, los programas conductuales intensivos con al menos 12 sesiones ayudaron a las personas a bajar entre 4 y 6,8 kilos, o alrededor del 6 por ciento de su peso original.
Este tipo de programas también tendría un efecto sobre el riesgo de diabetes, de hipertensión y de grasa estomacal, según las nuevas guías, publicadas en Annals of Internal Medicine.
Publicado el 17/08/12
Fuente: Terra