Las dietas no saben de milagros

Poco ha cambiado desde 1863, cuando ya se aconsejaba comer pescado o "'cualquier carne, excepto puerco en el desayuno, el almuerzo o la cena". El tiempo ha demostrado que la obesidad se resiste a la magia.

La obesidad es una epidemia existente en numerosos países del mundo. Según una revisión realizada por la agencia AP, "no es tanto lo que ha cambiado en la búsqueda de la figura ideal desde 1863".

El inglés William Banting fue uno de los primeros que publicó una dieta. Cambié ''pan, mantequilla, leche, azúcar, cerveza y papas, que habían sido los principales (y yo pensaba, inofensivos) elementos de mi existencia por bastantes carnes", explicó Banting para contar cómo perdió 23 kilos.

En 1900, el Libro de Cocina de Filadelfia declaraba que ''un exceso de carnes debe ser considerado como una de las más objetables formas de enfermedad''.

En esa época, el jabón La Parle contra la obesidad era vendido por un dólar, un precio elevado para la época. Y la sal de Reducción de Louisenbad prometía ''lavar la grasa''. Luego llegaron las máquinas de ejercicios y otros que ofrecían eliminar el exceso de peso con laxantes.

La Biblioteca del Congreso reunió expertos en dietas en colaboración con el grupo de adelgazamiento Weight Watchers International para analizar la historia de las dietas en los Estados Unidos.

Para 1970, la estructura actual de las dietas estaba en pie. Sin embargo, actualmente dos terceras partes de los estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos, y la obesidad infantil se triplicó en las últimas tres décadas.

"Unos 150 años después en la historia de las dietas, aún no existe una vía mágica para adelgazar", reza la publicación.

Publicado el 17/02/12
Fuente: Infobae.com


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