Ingerir calorías en exceso duplica riesgo de pérdida de memoria en adultos mayores
En los años 60 se comenzó a discutir en el circuito médico y científico una teoría que para entonces llamaba la atención: comer menos ayudaría a envejecer más lento. Hoy, un nuevo estudio refuerza esta idea.
Científicos de la Clínica Mayo, en Scottsdale, Arizona (EE.UU.), comprobaron que, al menos en los adultos mayores, ingerir más calorías implica un mayor riesgo de deterioro cognitivo leve, una pérdida de memoria previa a la demencia, pero que permite a la persona llevar una vida independiente.
En el estudio participaron 1.233 adultos mayores, entre los 70 y 89 años, sin demencia, todos de Minnesota. De ellos, 163 ya tenían deterioro cognitivo leve. Tras informar la cantidad de calorías que consumían a diario, los participantes fueron divididos en tres grupos: los que comían entre 600 y 1.526 calorías al día; otros entre 1.526 y 2.143 y los últimos, entre 2.143 y 6.000 calorías.
Todos estos datos fueron ingresados a un software que también consideró el historial médico de los participantes para ajustar los datos de apoplejía, diabetes y otros factores que pudieran afectar el riesgo de pérdida de memoria, además del nivel educacional. Así, pudieron comprobar que en comparación con el grupo que menos calorías ingería, los que comían diariamente sobre las 2.000 tenían el doble de riesgo de sufrir pérdida de memoria.
Según explicó el jefe de la investigación, doctor Yonas Geda, "reducir las calorías y comer los alimentos que componen una dieta saludable es una manera sencilla de prevenir la pérdida de la memoria en la medida en que envejecemos".
El especialista de la Clínica Mayo dijo a La Tercera que, aunque no estudiaron el mecanismo por el cual aumenta el deterioro cognitivo, hay otras investigaciones en animales que muestran que la ingesta excesiva de calorías puede afectar el sistema oxidativo de las células y conducir a una acumulación de radicales tóxicos.
Además, señaló Geda, está comprobado que la ingesta excesiva de calorías está asociada con diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas y neurológicas. "Siempre es buena idea comer y beber con moderación", dijo.
Menos es más
Otros estudios se han sumado a los de los años 60, incluso existe una agrupación que propone la restricción calórica y hasta postulan que comer menos provoca cambios en el ADN.
En 2009, el centro de Investigación Biomédica de Pennington, en la U. del estado de Louisiana, realizó uno de los estudios más grandes: por seis meses, siguió a 48 personas con sobrepeso que redujeron en un 25% su ingesta calórica. Todos bajaron los niveles de insulina, temperatura corporal y hormonas tiroideas, como si estuvieran en una especie de hibernación.
Antes, en el 2009, investigadores alemanes descubrieron que la memoria y la capacidad cognitiva mejoraban en sujetos sanos con sobrepeso cuando éstos reducían la ingesta calórica en un 30% durante un período de tres meses. La explicación: menos calorías en la dieta implica una menor resistencia a la insulina y por lo mismo menor inflamación, un proceso que generalmente está asociado a la edad y al deterioro cognitivo.
Publicado el 13/02/12
Fuente: La Segunda