Consejos nutricionales para capear las altas temperaturas:

El calor también se puede combatir desde la mesa

Frutas y verduras, sándwiches livianos, platos fríos y, sobre todo, mucho líquido, ayudan a mantener el cuerpo más fresco en verano.

Cristián M. González S.
En la guerra contra el calor del verano, el aire acondicionado, abanicos y ventiladores son parte del arsenal al que los chilenos han recurrido para lograr alivio. Una tarea en la que la comida también puede proporcionar algo de frescura, según recomiendan los especialistas.

"El problema más grande cuando hace calor, sobre todo si la persona no está debidamente aclimatada, es la pérdida de líquido por la deshidratación y la sudoración. Por eso, la recomendación fundamental es el consumo abundante de líquidos, sobre todo fríos, como agua, agua mineral o jugos de fruta", dice el doctor Raimundo Gazitúa, médico internista del Hospital Clínico Universidad de Chile.

Todo depende del volumen individual, pero un consumo razonable de líquido oscila entre los 1,5 y 3 litros al día.

Una recomendación que corre sobre todo para quienes están más expuestos a una deshidratación, como aquellas personas que trabajan al aire libre o en ambientes muy calurosos, o los fanáticos del deporte.

Asimismo, "quienes están en más riesgo de deshidratación son los adultos mayores, porque pierden la sensación de sed; y los niños pequeños, porque no siempre son capaces de expresarla", advierte la doctora Cecilia Castillo, nutrióloga del Centro Clínico y Metabólico de Santiago. "Las mujeres embarazadas también deben hidratarse adecuadamente, porque su temperatura corporal es mayor durante el embarazo".

De todas maneras, hay que graduar el consumo de líquido y no exagerar, precisa la doctora Castillo. Se sabe que la sobrehidratación puede llevar al organismo a bajas concentraciones de sodio.

Eso sí, durante las horas de más calor se debe evitar el consumo de café, bebidas cola y alcohol -incluso los de menor graduación-, ya que tienen un efecto diurético que aumenta la pérdida de agua por la orina.

Los especialistas también aconsejan consumir muchas frutas y verduras, que aportan agua, además de otros minerales que se pierden a través de la sudoración, como sodio, potasio y magnesio.

Sandías, uvas, naranjas y melones tienen un alto contenido de agua.

Para evitar la sensación de calor, "la alimentación debe ser mejor fría, en base a carnes magras, pollo, pescado y verduras frescas; a eso se puede agregar helados preparados con leche descremada y sin azúcar (en especial si se está cuidando el peso)", sugiere la doctora Mónica Manrique, nutrióloga de la Clínica UC San Carlos.

Las comidas calientes no quedan fuera del menú, pero hay que considerar "que dan una sensación de mayor temperatura corporal, que en un día caluroso no es óptimo", dice el doctor Gazitúa. Por eso, una alternativa es reemplazarlas por versiones frías del mismo plato -como sopas o cremas-, ensaladas o sándwiches livianos que combinen fiambres con carne o pollo, así como alimentos proteicos como el huevo.

Por último, tener en cuenta que los alimentos fritos no combinan mucho con el calor, ya que su proceso de digestión es más lento y suelen caer pesados.

Jugo de pasto

El calor también se ha hecho sentir en la capital argentina y, según informa el diario Perfil, cada vez más porteños lo combaten con una extraña bebida de moda entre los fanáticos de la ecología: el jugo de pasto de trigo orgánico. El líquido de color verdoso se comercializa a US$3 el vaso en más de 50 bares de Buenos Aires. También se vende en forma de barritas congeladas y como pasto en bolsitas herméticas, para lo cual es necesario una exprimidora especial que extrae el jugo de la clorofila, según explicó Mariano González, del vivero LuzVida, dedicado a la producción de la peculiar bebida. La Sociedad Argentina de Nutrición negó que fuera una fuente de minerales y vitaminas.

Publicado el 09/01/12
Fuente: El Mercurio


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