Buena alimentación: La base del rendimiento escolar

Nutricionista recomienda que los estudiantes no coman en "todos" los recreos. Recalca que es muy importante el consumo de agua.

Según la última Encuesta Nacional de Salud 2010, la obesidad afecta al 9,9% de los menores de 6 años y el 22,4% de los niños presentan sobrepreso, lo que indica que uno de cada tres menores tiene un peso sobre de lo normal. Cifra que no deja de ser alarmante especialmente cuando se inicia el periodo escolar y los desórdenes alimenticios que predominaron durante el verano deben terminar.

Por esta razón, Francisca Delpín, nutricionista de la Clínica Cordillera, recomienda a los padres poner especial atención en la alimentación de sus hijos en horario escolar.

"Hay pruebas que aseguran que la desnutrición en la infancia puede producir déficit atencional. Esto no quiere decir que la mala alimentación no afecte, pero sí una buena alimentación en cuanto a horarios, calidad y cantidad favorece un mejor rendimiento escolar", explica.

Una de las claves para que el rendimiento escolar sea positivo es respetar los horarios de alimentación asegura la especialista. "Los niños pasan gran parte del día alejados del hogar y por eso alimentos se deben ingerir en el momento adecuado para que estos cumplan su objetivo. Por ejemplo un escolar que no desayuna o no lo hace de forma ordenada tendrá menos energías, más sueño y menor capacidad de atención y concentración en clases".

La nutricionista afirma que "es importante tener claro que los niños deben comer cada cuatro horas, por lo tanto si desayunan a las siete de mañana y luego almuerzan a la una de la tarde pasarán seis horas sin comer, lo que generará un metabolismo más lento y un mayor apetito a la hora del almuerzo".

Colaciones saludables

Delpín señala que "es importante que envíen colaciones saludables cercanas a las 130 calorías en niños y 200 en adolescentes. Estas se deben componer de lácteos descremados (yogurt, leche, quesillo), frutas, verduras (palitos de zanahoria o apio), frutos secos como maní, almendras, nueces sin sal (entre 20 a 30 gramos), frutas deshidratadas, jugos naturales sin azúcar y por supuesto, mucha agua, ya que el consumo de este vital líquido consumo de agua porque permite una hidratación inmediata".

Recalca además la importancia del consumo de ácidos escenciales como el Omega 3, el cual se encuentra presente en pescados, aceite de canola y alimentos enriquecidos como huevos ya que favorecen el desarrollo intelectual de los niños.

Publicado el 07/03/12
Fuente: La Tercera


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