Conoce qué comer y qué no para no tener problemas con tu digestión
Las grasas son lo que más se demora en salir del estómago y algunas infusiones de hierbas sí ayudan a la motilidad del intestino.
Hay cosas desagradables en esta vida, y una de ellas es comer y luego sentirse mal. Puede ocurrir cuando se ingiere algo contundente -lo que popularmente se conoce como "darse un patache"-, pero también al comer ciertos alimentos que sin saberlo provocan problemas de digestión.
Al hablar de este tema, lo primero que hay que saber es que la comida se demora entre dos y media y tres horas en ser digerida y absorbida por nuestro organismo. Ese período incluye el paso de los alimentos por el estómago y luego por el intestino delgado, lugar donde se produce la digestión propiamente tal.
Juan Carlos Glasinovic, gastroenterólogo de Clínica Alemana, explica que el tránsito de lo que ingerimos por el esófago hasta el estómago es prácticamente instantáneo. Luego, en el estómago se produce un primer proceso que consiste en preparar una pasta fina en la que la comida queda transformada en partículas de entre uno y dos milímetros. Esta etapa se extiende aproximadamente por una hora y media.
Una vez desintegrados, los alimentos van pasando lentamente al intestino delgado, donde enzimas los van digiriendo y absorbiendo. "(El estómago) los va entregando de a poco para que las enzimas sean eficientes, porque si el contenido pasa muy rápidamente, no alcanzaría a ser digerido", sostiene el médico. Este proceso toma entre una hora y una hora y media más.
Sin embargo, hay que considerar que hay alimentos que demoran más en digerirse que otros. "Las grasas retrasan el vaciamiento gástrico, o sea, la comida grasa queda más tiempo en el estómago y se demora más en pasar al intestino. Por otro lado, el café acelera el tránsito en el intestino, al igual que los alimentos que tienen fibra", dice el especialista.
También hay algunos mitos en torno a la digestión. Se dice, por ejemplo, que siempre hay que comer primero los vegetales y luego los alimentos "más pesados", porque o si no los primeros "no bajan nunca". Según Juan Carlos Glasinovic, eso es falso y en la práctica da lo mismo qué se come primero y qué después.
Asimismo, se afirma que la carne puede estar hasta 48 horas en el cuerpo. "No, lo que más se demora en salir del estómago son las grasas, pero las proteínas, al contrario, facilitan el vaciamiento gástrico", responde el gastroenterólogo.
En el caso de las infusiones de hierbas, el médico afirma que es cierto que ayudan a la digestión, ya que "muchas tienen algunas sustancias que pueden interferir favorablemente o no en la motilidad" del intestino. En esto último también influyen las reacciones de tipo emocional -por ejemplo cuando se está nervioso- , las cuales "pueden favorecer un curso más rápido que puede llegar incluso a una diarrea".
Considerando que el estómago no siempre reacciona bien a todo lo que se come, Fox News publicó hace algunas semanas una guía con los alimentos que se deben consumir y los que hay que evitar si es que lo que se busca es no tener malestar. Aquí están:
Los prohibidos
- Alimentos altos en grasas y fritos: Ambos pueden agobiar el estómago, provocando acidez y reflujo. Además dan origen a un fenómeno llamado esteatorrea, que en palabras simples es un exceso de grasa en las deposiciones, lo que las hace ver de color pálido. Su consumo no es recomendado en especial para las personas que sufren del denominado síndrome del intestino irritable (más conocido como colon irritable), porque ellos aumentarán sus problemas digestivos.
- Ají: Es un ingrediente básico para quienes disfrutan de la comida picante, pero hay que considerar que puede irritar el esófago y causar acidez estomacal. Esto es particularmente perjudicial para -nuevamente- quienes padecen del síndrome del intestino irritable y de acidez crónica.
- Lácteos: A pesar de que proporcionan calcio al organismo, las personas que tienen intolerancia a la lactosa deben evitarlos, ya que su consumo les puede provocar diarrea, gases, hinchazón abdominal y calambres.
- Alcohol: Además de relajar el cuerpo, también relaja el esfínter esofágico que divide el esófago del estómago, lo que puede causar reflujo y acidez. Además, las bebidas alcohólicas pueden inflamar la mucosa del estómago, afectar ciertas enzimas y hacer más difícil la absorción de nutrientes. Por esto, la recomendación es no ingerir más de dos tragos diarios para los hombres y uno para las mujeres.
- Berries: Aunque son buenos para la salud por su alto poder antioxidante, las pequeñas semillas de algunos de ellos pueden convertirse en un verdadero problema para las personas que sufren de diverticulitis o inflamación de divertículos en el intestino.
- Chocolate: A pesar de que para muchos resulta irresistible, a otros su consumo les causa malestar. Pero no porque el chocolate en sí sea malo para la digestión, sino que debido a que muchos contienen leche y a quienes son sensibles a ella inevitablemente les "caerán mal". Además, el chocolate contiene cafeína, la cual puede estimular los calambres abdominales, la hinchazón y la diarrea.
- Café, té y bebidas sin alcohol: Los tres no sólo relajan exageradamente el esfínter esofágico -lo mismo que ocurre con el alcohol-, sino que también actúan como diuréticos por lo que pueden provocar diarreas y calambres. Asimismo, las bebidas que contienen cafeína pueden ser un problema en especial para quienes padecen de reflujo gastroesofágico.
- Maíz: Aunque es rico en fibra, lo que es bueno para el organismo, también contiene celulosa, la cual no puede ser descompuesta con facilidad ya que los seres humanos carecen de la enzima necesaria para hacerlo. Una alternativa es masticarlo durante mucho rato y así ayudar a su digestión. Pero si sólo se traga, el maíz recorrerá el sistema digestivo tal cual, lo que puede causar gases y dolor abdominal.
Los permitidos
- Yogurt: Contiene algunos tipos de bacterias que ayudan a digerir los alimentos. Eso sí, hay que fijarse en elegir los que en sus etiquetas dicen "cultivo vivo activo", lo que significa que en ellos todavía están presentes esas bacterias beneficiosas para la digestión.
- Kimchi: Es un plato típico de la gastronomía coreana, que tiene como ingrediente básico al repollo. Éste promueve le crecimiento de bacterias sanas en el colon y además es un tipo de fibra que no se digiere, por lo que ayuda a eliminar residuos al mantener regulares los movimientos del intestino.
- Carnes magras y pescado: Se digieren con mayor facilidad que un trozo de vacuno. Además, no han sido asociadas a un mayor riesgo de padecer cáncer de colon, como si ocurre con las carnes rojas altas en grasas.
- Granos enteros: Son buenas fuentes de fibra, la cual ayuda a la digestión, provoca sensación de saciedad y baja el colesterol. Sin embargo, la fibra también puede causar hinchazón, gases y otros problemas, sobre todo si se consume con demasiada rapidez, por lo que lo más recomendable es incorporarla lentamente al organismo.
- Plátanos: Ayudan a restablecer el funcionamiento del intestino, en especial cuando se pasa por un cuadro de diarrea. En estos casos, también colaboran a reponer los electrolitos y el potasio que se pierde por las frecuentes idas al baño. A esto se agrega que contienen mucha fibra para facilitar la digestión.
- Jengibre: Ha sido usada durante miles de años para aliviar náuseas, vómitos, gases, pérdida de apetito y cólicos. Sin embargo, debe consumirse por moderación, porque en altas dosis -más de dos a cuatro gramos por día- puede causar acidez.
Publicado el 04/03/12
Fuente: Emol - Tendencias y mujer