Medicina natural para enfrentar alergias estacionales
Según destaca el Dr. Cristóbal Carrasco, los pacientes alérgicos reaccionan satisfactoriamente ante la medicina biorreguladora. Basada en medicamentos naturales, marca una diferencia con antialérgicos y corticoides que “intentan controlar solamente la punta del iceberg”.
La Primavera se acerca a pasos agigantados y a su lado lo que puede ser la pesadilla para muchos chilenos: las molestas e incómodas alergias estacionales. Parte así la temporada de inhaladores, antihistamínicos y corticoides habituales en la medicina convencional, que no siempre dan la respuesta esperada. Ante esto, surge una opción que ofrece excelentes resultados y que puede conseguir una mejora definitiva: la medicina biorreguladora.
“Las alergias se producen cuando el sistema inmune reacciona de manera exagerada ante ciertas partículas ambientales. A través de la terapia biorreguladora es posible generar una reeducación de sistema inmune, evitando así la sobrerreacción del sistema defensivo frente a estos alergenos. Un tratamiento con medicina biológica busca corregir no solo los síntomas alérgicos, sino que la base real de la enfermedad”, explica el Dr. Cristóbal Carrasco, médico cirujano y director del Centro médico Versalud.
“La respuesta de un paciente alérgico a un tratamiento de este tipo es más que satisfactoria. En general no sólo se logran controlar los síntomas molestos de las alergias, sino que además se puede evitar que el paciente desarrolle sintomatología alérgica, pues a través de estos medicamentos se logra enseñar al sistema inmune a no reaccionar exageradamente ante alergenos ambientales”, detalla el especialista.
La importancia en el tratamiento de una alergia no sólo responde a aminorar los molestos síntomas, sino también prevenir eventuales complicaciones. Según describe el Dr. Carrasco, “la mayoría de los pacientes que sufren de alergias estacionales presentan síntomas leves o moderados, que generan molestias muchas veces tolerables. Sin embargo, cuando los cuadros se hacen persistentes o más severos, comienzan a aparecer otros síntomas que desencadenan una alteración en la calidad de vida de los pacientes”.
Entre estos casos, añade, es común que desarrollen infecciones respiratorias a repetición. “Las sinusitis y las bronquitis o neumonías pueden desarrollarse en pacientes que presentan una inflamación persistente o crónica del aparato respiratorio debido a un cuadro alérgico inicial. Por otro lado, una obstrucción nasal persistente puede llevar a una alteración real de la oxigenación en algunos pacientes. Muchos pacientes mientras duermen comienzan a roncar, e incluso los más severos pueden tener períodos cortos de apneas durante el sueño. Esto desencadena, en primera instancia, que el sueño no sea reparador, razón por la cual estos pacientes riníticos refieren estados de agotamiento o sensación de falta de energía”.
La diferencia con los medicamentos convencionales
Los antihistamínicos, al igual que otros medicamentos utilizados en las alergias, como corticoides y antileucotrienos, son fármacos químicos sintéticos que permiten cierto control de los síntomas alérgicos en algunos pacientes. Según destaca el Dr. Carrasco, “todos los medicamentos antialérgicos convencionales se encargan únicamente de los síntomas del paciente. Es decir, el paciente sigue siendo alérgico, pues estos fármacos no tratan la base inmunológica del problema alérgico, sino que solo las manifestaciones de la enfermedad. Dicho de otra manera los antialérgicos y corticoides intentan controlar la ‘punta del iceberg’ de las alergias, pero mientras siga existiendo la base de este iceberg siempre aparecerá una nueva punta. Es por esto que hoy en día a muchos pacientes se les recomienda utilizar estos medicamentos incluso durante meses, años o por toda la vida”.
Aquí radica una importante diferencia entre la medicina biológica y los antihistamínicos y antialérgicos convencionales. “Los medicamentos tradicionales presentan conocidos efectos adversos a la salud. Algunos de estos efectos secundarios son muy peligrosos, sobre todo si se toman por largo tiempo. En cambio, los medicamentos biorreguladores habitualmente no producen efectos secundarios de ningún tipo, pues utilizan compuestos activos naturales y diluidos”, destaca el Director del Centro Versalud.
“Los tratamientos biorreguladores suelen ser altamente individulizados. Además de cambios en ciertos hábitos, particularmente nutricionales, indico un esquema de tratamiento biorregulador basado en los tres pilares de la homotoxicología: Drenaje y Detoxificación, Inmunomodulación, y Soporte Orgánico y Celular. Además, es muy importante el manejo de los síntomas propiamente tal, sobre todo en una primera etapa del tratamiento, mientras se lleva a cabo la reeducación del sistema inmunológico. Para esto recomiendo frecuentemente Luffeel, un inhalador natural que permite generar un alivio de las manifestaciones riniticas propias de las alergias estacionales”, detalla.
Publicado el 01/09/12
Fuente: Terra