Diccionario de la Gordura: Los chilenos estamos "inflados"
¿Se ha preguntado por qué sufrimos del "mal del globo"?
Los cambios socioeconómicos, como la capacidad de compra de alimentos y otros, han impactado el estilo de vida de los chilenos, generando consecuencias negativas. "Un ejemplo de ello, es el cambio en el estilo de alimentación hacia una dieta caracterizada por un alto consumo de comida rápida, rica en grasas totales y saturadas, ácidos grasos trans, azúcares simples y altamente calóricos. Por otro lado, se han instalado hábitos alimentarios "modernos", como las bebidas gaseosas al almuerzo, las pizzas de fin de semana, o las hamburguesas preparadas con apuro por padres con escaso tiempo para cocinar" explica Mónica Rojas, Ingeniero en Alimentos de la empresa Proexa.
Asímismo, ha aumentado la compra de bienes de consumo que disminuyen la actividad física, como sucede con el uso de automóviles electrodomésticos y televisores. De hecho, el sedentarismo afecta a más del 90% de la población chilena.
El diccionario de la gordura según Proexa
Mónica Rojas entrega algunos conceptos claves que se deben manejar en todos los hogares para aprender a elaborar la dieta familiar, y poner atención en la compra de alimentos y sus rotulados.
GLUTEN: Es el nombre común de las proteínas presentes en los granos de trigo, avena, cebada y centeno. Es el responsable de dar elasticidad a las masas de harinas de estos cereales. Algunas personas pueden presentar intolerancia a esta proteína, y que al consumirla su sistema inmune puede atacar al intestino delgado, daño que puede resultar en un deterioro de la capacidad del cuerpo para absorber ciertos nutrientes, fatiga, pérdida de peso, dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea.
SODIO: Es necesario en la dieta, no debe ser eliminado por completo. Cuando se consume en exceso se transforma un riesgo para la salud. Algunas consecuencias para el organismo: Retención de líquidos e hipertensión arterial, enfermedad cardiaca y cerebral, enfermedad renal y trastornos digestivos.
LACTOSA: Es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: Vaca, cabra, oveja y en la lactancia; también puede encontrarse en muchos alimentos preparados. Este azúcar natural, llamado azúcar de la leche, está compuesto por glucosa y lactosa. Algunas personas pueden presentar intolerancia a la lactosa, debido a la carencia de una enzima digestiva (lactasa) que es necesaria para su digestión. Los síntomas de esta intolerancia pueden presentarse como pesadez en el estómago, gases y dolor abdominal. Un gran número de individuos, sin ser intolerantes, son sensibles a la lactosa, por lo que pueden presentar algunos síntomas al consumir este azúcar.
ACIDOS GRASOS: Son ácidos orgánicos presentes en las grasas. Dependiendo de su composición química se dividen en saturados e insaturados.
Los ácidos grasos saturados se consideran como "grasas malas ", ya que son las responsables de la aparición del colesterol y de muchos problemas de circulación. La mayoría de estas grasas saturadas se obtienen da alimentos de origen animal (carne, leche y derivados sin desnatar como los quesos o los yogures). Dentro del mundo vegetal la mayoría de las plantas carecen de estas grasas saturadas, con excepciones como el aceite de palma o el aceite de coco.
El segundo grupo corresponde a los ácidos grasos insaturados, conocidos como grasas "buenas" por el papel que juegan en el control de colesterol, y enfermedades cardiacas. Estas grasas insaturadas se encuentran principalmente en el reino vegetal, a excepción del pescado que es muy rico en poliinsaturados.
Pero estos componentes dejan de ser enemigos y pueden ser aliados si los sabemos distinguir y administrar.
"En el caso del gluten, y la lactosa, respecto de los problemas que genera en aquellas personas que son intolerantes, se deben seguir las recomendaciones médicas pertinentes, y buscar alimentos sustitutivos.
En el caso del sodio, debemos aprender a consumirlo en forma balanceada. Lo ideal es disminuir el consumo de sal, aumentando el consumo de ingredientes frescos y el consumo de frutas y verduras.
En el caso de los ácidos grasos, su consumo es muy importante para el buen funcionamiento del organismo, ya que están involucrados en la creación de enzimas y membranas celulares, e incluso en la actividad cerebral", enfatiza Mónica Rojas.
Publicado el 01/03/12
Fuente: La Segunda