Expertos advierten por aumento de casos de anorexia en mujeres mayores de 40 años
Marta -nombre ficticio- tiene 42 años y tres hijos y aunque siempre se preocupó de su imagen, hace tres años se obsesionó por perder peso, tras separarse de su esposo.
Con 1,65 metro, llegó a pesar 48 kilos. Su peso normal era 57. Y auque se sentía bien con lo que veía en el espejo, su entorno comenzó a darse cuenta que su delgadez no era normal. No se equivocaron: tenía anorexia, un trastorno alimenticio que afecta principalmente a adolescentes y jóvenes, pero que en el último tiempo ha aumentado en mujeres mayores de 40 años, tanto en el extranjero como en Chile. Notas publicadas en The New York Times y The Guardian dan cuenta del fenómeno tanto en Estados Unidos como Inglaterra. El culpable: la crisis de la edad, el fuerte vínculo social entre delgadez y éxito y trastornos alimenticios anteriores.
Aunque en nuestro país no existen cifras ni estudios al respecto, los especialistas concuerdan en que ha habido un incremento de casos. Si antes prácticamente no se reportaban pacientes adultas, hoy de 10 casos de anorexia, dos son en mayores de 40 años, según Roxana Brodsky, sicóloga clínica del Instituto Médico Schilkrut y especialista en trastornos alimentarios.
Ignacia Burr, sicóloga del Centro de Nutrición de la Clínica Las Condes, comparte el diagnóstico. "En mujeres adultas hoy veo 10 pacientes más que el año pasado", dice.
Perfeccionistas
Los expertos dicen que diversos factores están influyendo en el surgimiento de estos trastornos alimenticios en la adultez: la crisis que implica para algunas mujeres llegar a los 40 años, la aparición de los primeros signos de envejecimiento, contar con un metabolismo más lento que ya no permite mantener la misma silueta, separaciones o divorcios y el crecimiento de los hijos y con ello el sentimiento de ser poco útiles a la familia. A eso se suman mujeres que en su juventud han sufrido trastornos de este tipo, pero que no han sido tratadas.
La mayoría de las mujeres afectadas tiene un tipo de personalidad perfeccionista. Son autoexigentes, autocríticas y con una alta valoración de la imagen física. "No podría decir que tienen un perfil socioeconómico porque los trastornos alimenticios son transversales, tampoco es sólo de profesionales", dice Brodsky, pero sí son mujeres que están muy centradas en obtener el éxito en distintos ámbitos de su vida.
Cómo darse cuenta
Las especialistas dicen que, además de la pérdida anormal de peso, hay una serie de síntomas que revelan cuándo una persona adulta está sufriendo de anorexia: variaciones anímicas y cambios de humor durante el día, dificultades para dormir, irritabilidad, apatía, menor rendimiento laboral, falta de concentración y disminución de la memoria.
A diferencia de las jóvenes y adolescentes, cuando las mujeres sobre 40 años llegan a consultar lo hacen con conciencia de la enfermedad que padecen y por ende, están más motivadas y con ganas de mejorarse. Por lo mismo, el tratamiento es diferente.
Ambos grupos temen engordar, pero la conciencia que tienen las adultas hace que "en muchos casos se logre que al menos ingieran algo de alimentos, lo que ayuda a reducir riesgos vitales derivados de la desnutrición", señala la siquiatra de la Clínica Alemana, Ana María Martini.
Para el entorno familiar y amigos, un buen dato para darse cuenta de que un cercano está con anorexia y que ya no se trata de una dieta extrema, es que la persona esté un 15% bajo su peso ideal, que es uno de los factores que se toma en cuenta para considerar el diagnóstico de anorexia, dice la nutricionista Evelyn Muñoz, académica de la U. Andrés Bello. En una mujer que mide 1,60 metro y que debería tener un peso ideal de 54 kilos, tienen menos de 46 kilos.
Burr dice que el tratamiento apunta a evitar que estas mujeres desarrollen un mecanismo sicológico que controla su vida a través del peso y que les permite soportar mejor las dificultades que puedan tener con el trabajo, su vida personal, etc, si la cantidad de kilos está a raya. "Existe un descontento normativo, en general, de las mujeres con el cuerpo, pero en las anoréxicas esto es exagerado, a tal punto que es su centro de preocupación. Su autoestima está determinada por la imagen. Si dejan de comer están contentas, si bajan de peso se ponen felices, pero como son autoexigentes, siempre van a querer más". Además, agrega, socialmente, la delgadez está asociada al éxito y ellas creen que siendo delgadas alcanzarán mejor la felicidad. Lo bueno es que cada vez más profesionales de la salud están preocupados del tema, aun cuando no sea su área ni la persona haya consultado por eso. Lo segundo es que si el caso no es crónico (un tercio de todas las anorexias lo son) el tratamiento es menos complejo que en las adolescentes. Marta, de hecho, dejó su tratamiento y hoy pesa 55 kilos.
Publicado el 31/08/11
Fuente: La Tercera
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