Limitar las grasas diarias a un 28% en la adolescencia reduce males crónicos en la adultez
Uno de los grandes problemas que genera la llamada dieta occidental -rica en grasas saturadas y trans y granos refinados- es que aumenta el riesgo de síndrome metabólico: un conjunto de anormalidades que incluye obesidad abdominal, niveles bajos de colesterol bueno y altos niveles de triglicéridos, glucosa en la sangre y presión arterial.
Un grupo de investigadores del Centro Oncológico Fox Chase, en Filadelfia, demostró que una intervención dietética temprana logra efectos a largo plazo: redujeron la cantidad de grasa y aumentaron la ingesta de fibra en 230 niñas que luego fueron evaluadas entre los 25 y 29 años. El resultado fue revelador: sus niveles de glucosa en la sangre fueron significativamente más bajos que quienes no hicieron cambio de dieta. Su presión arterial sistólica también fue menor.
"Esta investigación es importante, porque sugiere que la reducción moderada de la ingesta de grasa total y grasa saturada y un mayor consumo de fibra dietética en la infancia y la adolescencia pueden tener efectos beneficiosos más adelante, por el riesgo decreciente de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades del corazón", dijo Joanne Dorgan, PhD, autora principal del estudio que aparecerá publicado en la edición de diciembre del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.
Cambios significativos
Para realizar su investigación, los especialistas evaluaron a 230 mujeres entre 25 y 29 años, que nueve años antes habían participado en el estudio de intervención dietética Disco.
Disco fue un estudio clínico controlado y aleatorio realizado en adolescentes a los que se les realizó una intervención dietética baja en grasa, consistente en limitar su ingesta diaria a un 28% de su consumo diario de calorías. Paralelo a eso, se les aumentó el consumo de fibra dietética a través de frutas, verduras y granos enteros. Un grupo de esas mujeres fue analizado luego para determinar los efectos a largo plazo de la intervención Disco. Les midieron la presión arterial y les tomaron muestras de sangre para evaluar sus niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos.
"Pocos participantes en nuestro estudio de seguimiento reunían los criterios de síndrome metabólico, sin embargo, el grupo de intervención tuvo una reducción estadística significativa en su presión arterial sistólica y los niveles de glucosa en su plasma en comparación con el grupo de control", dijo Dorgan.
Un tema no menor para la experta, ya que eso demuestra que si se puede hacer algo para que las personas cambien su comportamiento alimenticio durante la niñez o adolescencia, podrían evitarse problemas tan serios para la salud de las personas como la presión arterial y la diabetes, que comienzan a manifestarse en la adultez.
La especialista indicó que se requerirá un seguimiento más prolongado de quienes participaron en el estudio Disco para determinar si las diferencias encontradas en esta investigación persisten o aumentan con la edad.
Publicado el 29/10/11
Fuente: Biut
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