7 refuerzos psicológicos para que su dieta no fracase

La actitud mental correcta evitará que nosotros mismos seamos el obstáculo que impida recuperar la silueta.

Las técnicas que aquí le brindamos son trucos en apariencia insignificantes, pero que en la práctica funcionan como señales indicadoras que iluminan el camino, a veces complicado, de los que desean bajar de peso. Experiméntelas y compruébelo.

Observe muy bien estas recomendaciones, léalas y reléalas regularmente. Algunas provienen de la observación del comportamiento alimentario de las personas delgadas, y le serán de una gran ayuda si puede, por mimetismo, impregnarse de ellas.

Ponga al tanto de su decisión a todo su entorno y, en particular, a aquellos cuya estima le importa y a los que ocupan una posición social que es jerárquicamente superior a la suya. Tendrá una multitud de testigos, no siempre amistosos, que sin decírselo, lo vigilarán de cerca.

1- NO SE SIRVA NUNCA DOS VECES
Si usted está dotado de un buen sentido de la observación, manténgase alerta cuando esté en la mesa con amigos o en un restaurante y fíjese en los individuos que le parezcan más flacos. No tardará en constatar que jamás repiten el mismo plato. Haga lo mismo, sírvase abundantemente sabiendo que no habrá segundo plato. Comerá con mejor apetito

2- DEJE SIEMPRE ALGO EN EL PLATO
Trate de dejar el equivalente al último bocado. Piénselo antes de servirse, y sírvase un poco más abundante. Cuando vea este último bocado en el centro de su plato, sabrá que participa activamente en su adelgazamiento. Por este esfuerzo irrisorio, tendrá la satisfacción de saber que está firme, y esa firmeza sostendrá todos sus esfuerzos futuros. Además, será muy incoherente volver a servirse si usted sabe que su plato no está totalmente terminado.

3- BEBA EN ABUNDANCIA MIENTRAS COME

Beber mientras se come es útil para la persona que desea bajar de peso por dos razones:

• El agua actúa en primer término como líquido que llena.
• Además permite interrumpir por un momento la absorción de alimentos sólidos.

4- ANUNCIE EN PUBLICO QUE HA DECIDIDO MANTENERSE EN SU PESO
Observe muy bien estas recomendaciones, léalas y reléalas regularmente. Algunas provienen de la observación del comportamiento alimentario de las personas delgadas, y le serán de una gran ayuda si puede, por mimetismo, impregnarse de ellas. Ponga al tanto de su decisión a todo su entorno y, en particular, a aquellos cuya estima le importa y a los que ocupan una posición social que es jerárquicamente superior a la suya. Tendrá una multitud de testigos, no siempre amistosos, que sin decírselo, lo vigilarán de cerca.

5- TOME UN YOGUR HIPERPROTEINIZADO ANTES DE UNA FIESTA O CENA

IMPORTANTE
Si usted es invitado a cenar en casa de amigos conocidos por su sentido de la hospitalidad y la abundancia de su mesa. Lea entonces lo que debe hacer:
-Antes de salir de su casa, tome un yogur magro, enriquézcalo con diez gramos de proteínas en polvo y endúlcelo si lo desea con un edulcorante.
-Cuando llegue a casa de sus amigos, las proteínas que habrá ingerido comenzarán lentamente a pasar a su sangre, atenuando así la vehemencia de su apetito. Estará en mejores condiciones de elegir su comida y masticarla bien, de dejar un bocado en su plato y no repetir. Tendrá los medios de mantenerse firme y reforzar su determinación.

6- COMA LENTAMENTE
Existen dos maneras de calmar el hambre. La primera consiste en llenar abundantemente el estómago, la segunda es esperar la llegada de las calorías a la sangre. Un individuo que come rápido, llenará su estómago mucho antes de que las calorías que pasan a la sangre hayan alcanzado una concentración suficiente como para calmar sus centros nerviosos. Le harán falta enormes cantidades de alimentos. Somnolencia, inflamaciones, náuseas, prueban que se ha sobrepasado la medida. En cambio, en el individuo que come lentamente y mastica bien sus alimentos, las calorías pasan a la sangre y calman químicamente el hambre antes de que sea llenada la tercera parte del estómago.

7. JAMAS COMPRE ALIMENTOS MIENTRAS TIENE HAMBRE
Está probado que cuando se tiene hambre, se compran muchos alimentos, más grasos y más azucarados.

El riesgo suplementario es tentarse de consumir lo que se acaba de comprar sin ponerse un límite. Elija por lo tanto las horas para hacer sus compras, o si no puede cambiar la organización de su vida, prepare la lista de sus compras inmediatamente después del desayuno o de la comida del mediodía.

Publicado el 29/03/11
Fuente: Revista Buena Salud


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