Una dieta efectiva también debe tomar en cuenta la personalidad
El neurocientífico estadounidense Daniel Amen explica, a través de un libro, el rol desconocido que juega el cerebro cuando se quiere adelgazar.
AMALIA TORRES
Tiene un programa de televisión, en mayo se presentó en las prestigiosas charlas TED, que se realizaron en California y sus 25 libros lo han convertido en un autor best seller . Todo ese currículum ha logrado que "The Amen Solution", el último libro del doctor Daniel Amen, psiquiatra y neurocientífico estadounidense, incluso haya sido recomendado como uno de los más esperados textos sobre dietas de 2011.
Su forma de enfrentar el sobrepeso u obesidad, eso sí, es distinta a las múltiples guías que existen para mantenerse saludable. Porque para el doctor Amen todo el secreto se basa en el cerebro y en las características de personalidad de cada cual.
"El cerebro se relaciona con todo lo que hace un ser humano: cómo se siente, cómo se relaciona con otros", dijo en la conferencia TED. Y, claro, la forma cómo nos alimentamos también depende de ese órgano.
Desde 1991 que Amen ha realizado más de 6 mil escáneres cerebrales y ha pasado largo tiempo leyendo sobre investigaciones al respecto. Y, según opina, que a una persona le resulte sencillo bajar de peso siguiendo cierta dieta, y no otra, depende no sólo de la fuerza de voluntad, también de lo que su cerebro le exige.
El doctor Amen, de hecho, habla de cuatro tipos de personas que son las que comúnmente tienen problemas para mantener la línea: el comedor compulsivo, el impulsivo, el emocional y el ansioso (ver recuadro), cada uno con distintas recomendaciones alimenticias.
El planteamiento de Amen tiene bases que el doctor Alejandro Koppmann, jefe de psiquiatría de la Clínica Alemana, comparte. "A las personas con atracones de comida o a los comedores nocturnos se les pueden recomendar antidrepresivos que mejoran el nivel de serotonina. Y es verdad que ciertos alimentos también pueden ser útiles para ese efecto". Eso sí, hace hincapié en el hecho de que más que seguir una dieta, hay que lograr que la persona con problemas de peso tome conciencia de su enfermedad.
Chocolate de consuelo
Por otra parte, Yael Lehmann, psicóloga del Departamento de Nutrición de la Clínica Las Condes, agrega que la personalidad es tan importante, que al dar un plan para bajar de peso, siempre se toma en cuenta. "Una persona obsesiva, por ejemplo, es más rígida y estricta, por lo tanto se puede mantener bien en los límites de un plan alimenticio. Pero como no se sale nunca de lo indicado, si lo hace, es probable que abandone definitivamente el plan. Para ellos es todo o nada".
Señala además, que las alteraciones del ánimo, como la ansiedad, suelen utilizar la comida como consuelo. "Pero es importante que la persona se dé cuenta de que está utilizando ese chocolatito para canalizar el tema emocional".
En el libro de Amen también puede leerse que la obesidad daña el cerebro. Según escribe, los obesos tienen un volumen cerebral 8% menor que el de las personas con un peso normal, y éste, además, suele estar envejecido.Menú diferenciado
Comedor compulsivo: es una persona que piensa constantemente en comida, y puede comer de manera compulsiva en la mitad de la noche. Los escáneres cerebrales realizados por el doctor Amen, según se lee en el diario inglés Daily Mail, han revelado gran actividad en la parte frontal del cerebro, lo que los hace quedarse pegados en pensamientos o comportamientos negativos. Según el experto, esto se debería a un bajo nivel de serotonina. Por ello, estas personas deben privilegiar los alimentos que los ayuden a secretar esta hormona, como plátano, arroz integral, queso fresco, pavo o salmón.
Comedor impulsivo: no piensa todo el rato en comida, pero le cuesta controlar su comportamiento y por eso tiene problemas para resistir las tentaciones. Es la persona que siempre dirá que sí a una segunda porción de torta. Según los escáneres cerebrales, se trata de gente con baja actividad en el córtex prefrontal, que es el que controla el juicio y ayuda a aprender de los errores. Además, se trataría de gente que suele generar poca dopamina.Por eso deben comer pollo, huevos, yogurt y evitar el alcohol y la cafeína.
Comedor emocional: se trata de personas que comen cuando están tristes y que tienen tendencia a sentirse culpables. Este tipo de personalidad suele verse más en las mujeres. Según ha visto el doctor Amen, son personas con alta actividad en las áreas más emocionales del cerebro y baja actividad en el córtex prefrontal. A ellos les recomienda una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescados y aceite de oliva.
Comedor ansioso: tiende a pensar lo peor y sus miedos los calma con comida, sobre todo azúcares y carbohidratos refinados (como pasteles). Su escáner cerebral muestra alta actividad en el área del cerebro correspondiente a las amígdalas. Su dieta debería incluir plátano, brócoli, frutos cítricos y nueces. En cambio, no debería tomar cafeína ni alcohol porque lo estresan más.
Publicado el 26/10/11
Fuente: El Mercurio
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