Advierten que los alimentos pueden ayudar a evitar la osteoporosis
Se recomienda consumir productos derivados de la leche y algunos vegetales que también son ricos en calcio, como brócoli, porotos, garbanzos, habas, lentejas y almendras.
La osteoporosis es unas de las enfermedades crónicas no transmisibles que constituyen un problema de salud pública en los adultos mayores de nuestro país. Se estima que en el corto plazo un 15% de los chilenos tendrá mas de 65 años, lo que pone de manifiesto la necesidad de realizar acciones de promoción de la salud y prevención de esta enfermedad desde temprana edad. En Chile se ha reportado que la incidencia de fracturas de cadera es de 23.5 por 100.000 habitantes, asegura Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
Esta enfermedad se caracteriza por la disminución de la cantidad de minerales en el hueso. En el proceso se adelgaza el tejido óseo y se pierde densidad en los huesos con el tiempo, por lo que los vuelve quebradizos y susceptible de fracturas. Esta afección se produce sobre todo en mujeres, amenorreicas o postmenopaúsicas debido a la disminución del número de estrógenos y otras carencias hormonales.
Según explica la nutricionista, la deficiencia de calcio y vitamina D por malnutrición, así como el consumo de tabaco, alcohol, cafeína y la vida sedentaria incrementan el riesgo de padecer osteoporosis. "A partir de los 35 años se inicia la pérdida de pequeñas cantidades de hueso. Múltiples enfermedades o hábitos de vida sedentarios pueden incrementar la pérdida de hueso ocasionando osteoporosis a una edad más precoz. La menopausia es la causa principal de osteoporosis en las mujeres, debido a la disminución de los niveles de estrógenos", dice la profesional.
Absorción del calcio
La pérdida de estrógenos por la menopausia fisiológica o por la extirpación quirúrgica de los ovarios, ocasiona una rápida pérdida de hueso. El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación normal del hueso. A lo largo de la juventud, el cuerpo utiliza estos minerales para producir masa ósea. Si uno no obtiene suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe suficiente calcio de la dieta, se puede afectar la formación del hueso y los tejidos óseos.
Según detalla Claudia Rojas, existen algunas medidas preventivas como una dieta saludable. Se recomienda consumir alimentos altos en calcio, la mejor fuente de calcio es la leche y sus derivados, yogur, quesillo y queso y tofu. "Existen alimentos vegetales que también contienen calcio, pero en menor cantidad, como brócoli, porotos, garbanzos, habas, lentejas y almendras. La sardina consumida entera (con su estructura ósea) es una buena fuente de calcio", detalla la nutricionista.
La especialista agrega que en los adultos mayores es indispensable asegurar el consumo de productos lácteos y la síntesis de vitamina D a través de la exposición a la luz solar. En ciertos casos, puede ser necesaria la suplementación con calcio y vitamina D. Aunque esto no detendrá completamente la pérdida ósea, garantizará que habrá disponibilidad de suministro de materiales que el cuerpo utiliza para formar y mantener los huesos.
El ejercicio regular, en tanto, puede reducir la probabilidad de fracturas (óseas) en personas con osteoporosis. Algunos de los ejercicios recomendados son caminar, trotar, jugar tenis y bailar. También es útil la actividad física de resistencia como pesas libres, máquinas y bandas de caucho para estirar. A estos, puede agregarse el tai Chi y yoga, montar en bicicleta estática o utilizar máquinas de remos.
¿Quién pueden padecerla?
Existen múltiples factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer osteoporosis como ser mujer, raza blanca o asiática, tener historia familiar de osteoporosis y antecedentes familiares de fractura o deformación de la columna durante la ancianidad.
La menopausia precoz (natural o quirúrgica) es otro factor que incide en esta enfermedad, como también el consumo excesivo de alcohol o tabaco, dieta pobre en calcio por periodos prolongados, especialmente durante la adolescencia y la juventud; vida sedentaria, constitución delgada, con poco peso o huesos pequeños. El consumo prolongado de ciertos medicamentos (corticoides, heparina, diuréticos, antiácidos que contengan aluminio, etc); y padecer enfermedades como diabetes, hipertiroidismo, enfermedad de Cushing, artritis reumatoide, intolerancia a la lactosa, mala absorción intestinal, alteraciones renales, etc.
Publicado el 23/05/11
Fuente: El Mercurio
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