Destacan las numerosas ventajas que tiene América Latina para derrotar la obesidad

Sebastián Urbina
Al mirar a Latinoamérica con ojos de experto en salud pública, el panorama que ofrece esta región es bastante más positivo que la impresión que muchas veces tienen sus propios habitantes, al menos en cuanto a la epidemia de enfermedades crónicas que están afectando al mundo. En esto coincidieron varios expertos nacionales y extranjeros que participaron en la "Cumbre de las Américas y el Caribe sobre prevención de la obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles", que finalizó ayer en Valparaíso.

"Hay que aprovechar el 'bono demográfico' que tenemos", advierte el ministro de Salud, Jaime Mañalich, refiriéndose a un alto porcentaje de jóvenes y niños que tienen los países latinoamericanos comparados con Europa o Estados Unidos. En su opinión, esto define de inmediato una estrategia: hay que enfocarse en trabajar con los adolescentes, realizando intervenciones educativas para cambiar los hábitos de vida, lo que es más fácil a estas edades y da mejores resultados. Esto porque a un adulto le cuesta más modificar sus costumbres.

Valor de la familia

Estos y otros factores le dan una importante ventaja a la región, para combatir y derrotar no sólo la obesidad, sino otras enfermedades asociadas como la hipertensión arterial y la diabetes. Por ejemplo, otra característica de América Latina es que la familia sigue siendo importante, lo que facilita que las personas coman juntas y que los cambios de hábitos se transmitan a todo el grupo.

"En otros países, junto al aumento de la obesidad se ha producido una desintegración familiar donde, entre otras cosas, cada cual come por su cuenta", explica el doctor Geoffrey Cannon, especialista británico en nutrición y salud pública del American Institute for Cancer Research. En su intervención destacó que el actual momento de crisis global, en que las potencias están preocupadas de lo que pasa en sus economías, ofrece una buena oportunidad para hacer reformas y regular la industria de los alimentos, elevando las exigencias de calidad para que no dañen la salud de las personas.

Para el doctor Roberto del Águila, consultor de la OPS-OMS Chile, otro aspecto a rescatar es la dieta tradicional americana que, en su opinión, "es tan saludable como la dieta mediterránea". Esto porque cuenta con una gran variedad de legumbres y cereales como la quínoa, el amaranto, la kiwicha y el tarwi, que tienen un alto contenido de proteínas, son bajos en grasas y carbohidratos, y tienen un alto porcentaje de fibra.
"Esta es la razón de que los españoles describieran a los americanos, al llegar al continente, como delgados, musculosos y sin grasa", agrega Del Águila.

El doctor Michael Pratt, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., en tanto, afirmó que al comparar las intervenciones que buscan educar, se ve que en América Latina se obtienen tan buenos resultados como en los países más desarrollados.

Lo que sí advirtió es que la región debe hacer más investigación científica propia sobre temas como la actividad física, ya que es algo fundamental para derrotar la obesidad.

Punto en contra

Un aspecto que juega en contra de América Latina está en los factores ambientales. Según explica en la cumbre de salud el doctor Michael Pratt, de la rama de actividad física y salud de los CDC, el diseño de las ciudades en la región está en deuda con la gente.

En su opinión, se deben incorporar ciclovías, además de las plazas y espacios públicos para que ayuden a las personas a hacer ejercicio y vida al aire libre. Aunque sólo facilitar la posibilidad de dar paseos, hacer caminatas y andar en bicicleta en los espacios públicos y sin problemas de seguridad, ya es un tremendo progreso.

Publicado el 20/10/11
Fuente: El Mercurio


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