Libro que propone dietas a niños desde seis años desata polémica
Maggie se pondrá a dieta recién se estrenará en librerías en octubre, pero antes de su lanzamiento, el libro ya ha generado escozor. No porque Maggie comience una radical rutina alimentaria, sino porque Maggie es una niña. El libro está dirigido a menores de entre seis y 12 años, por lo que muchos especialistas han desestimado su utilidad.
Aunque la publicación estará a la venta en dos meses más, la librería digital Amazon ya está aceptando pedidos por anticipado. No es el único. El sitio Barnes y Noble también está adelantando sus pedidos, aunque a diferencia de Amazon, anuncia que el libro está dirigido a niños entre cuatro y ocho años.
Su autor, Paul M. Kramer, es un experto en la redacción de títulos que abordan las actuales problemáticas de los menores. Su bitácora incluye: ¡Matones, tengan cuidado!, No tengas temor de orinarte en la cama y El divorcio apesta, todos textos escritos en un lenguaje sencillo para ser leídos por los padres junto a sus hijos. Pero esta es la primera vez que una de sus entregas genera este grado de polémica.
El argumento de su libro es sencillo: Maggie, una niña fuera de forma, hace una dieta que la transforma de una chica insegura y escasamente popular en una estrella del equipo de fútbol de su colegio. ¿Cómo? Dieta, ejercicio y trabajo duro. Pero no todos están de acuerdo con la fórmula propuesta por Kramer. "No es la forma en que un niño adopte buenos hábitos alimenticios", dijo Joanne Ikeda, nutricionista de la U. de California en Berkeley (EE.UU.) al sitio ABC News.
Laura Barnett, bloguera del diario británico The Guardian, tampoco está de acuerdo con la propuesta alimentaria de Kramer. "¿Un libro de dietas para niños de seis años? Es la peor idea que he escuchado", escribió en su bitácora.
Barnett incluso fustigó la portada del libro, que muestra a una pequeña rechoncha probándose frente a un espejo un vestido rosado diseñado claramente para alguien de la mitad de su tamaño.
"Los niños no pueden hacer dietas estrictas. Deben tener una alimentación controlada en horarios y porción. Tienen que hacer cuatro comidas, que incluyen desayuno, almuerzo, once y comida. Evitar los dulces, bebidas y jugos. Reemplazar el azúcar por endulzantes en base a sucralosa o estevia y lácteos descremados", dijo Daniela Aravena, académica de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
Autor en silencio
Kramer, actualmente radicado en Hawai, no ha querido comentar sobre las críticas que su libro ha desatado.
Joanne Ikeda reconoció que se trata de un libro bien intencionado, pero mal escrito. Lamenta que en su confección no se asesorara con pediatras expertos en sobrepeso infantil.
Weight Watchers, una organización norteamericana que vela por el correcto peso de los niños, sólo recomienda dietas a partir de los 13 años. "Hacer dieta antes de esa edad puede retrasar el crecimiento y el desarrollo de los niños", advirtió Ikeda, quien dijo que para niños con sobrepeso, la idea no es hacer dietas, sino ayudar a que suban de peso de acuerdo a su crecimiento, controlando lo que ingieren. Además, dijo, dietas en niños generan más problemas de peso en la adolescencia. Un estudio de ella descubrió que las personas más obesas habían comenzado a hacer dieta antes de los 13 años.
Pero el control del peso no sólo implica restringir el acceso al refrigerador. "Cuando hay una mala nutrición por exceso, que genera sobrepeso u obesidad, el ejercicio debe estar presente sí o sí, pero no en un gimnasio. Hay que hacer que el niño haga juegos activos, al aire libre, pero no ejercicios extenuantes", dijo Aravena.
Otra fórmula para evitar dietas es controlar lo que los menores comen fuera de la supervisión de los padres. "Los papás deben poner mucha atención en las colaciones que llevan al colegio. No llevarlos a comer comida chatarra, a veces en un solo combo pueden consumir todas las calorías del día. No darles dinero para comprar colaciones, porque generalmente genera un desajuste calórico y nutricional", advirtió.
Publicado el 20/08/11
Fuente: La Tercera
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