Intervención del INTA en dos colegios de Maipú y Puente Alto logró bajar niveles de obesidad y sedentarismo
Plan se realiza desde hace cuatro años, con técnicas tan simples como tener quioscos saludables y motivar a los niños a moverse más.
Una mayor cantidad de frutas y verduras, más horas de educación física y un conocimiento de los riesgos del sobrepeso han sido útiles para que menores de Maipú y Puente Alto bajen sus niveles de obesidad y tengan una mejor condición física. Así lo revela un estudio en terreno realizado por el INTA de la U. de Chile, realizado en ocho establecimientos educacionales de esas comunas, que tuvieron positivos resultados con esta "intervención" llevada a cabo desde hace cuatro años.
Silvia Cruchet, académica del INTA a cargo del proyecto, cuenta que casi cinco mil estudiantes participan en esta iniciativa aplicada desde primero a sexto año básico, la que busca formar hábitos saludables desde los primeros años.
En esos colegios se aumentaron las horas de educación física, se incorporaron en la dieta frutas y verduras y se crearon "espacios saludables" al interior de los establecimientos, donde se expenden frutas, maní, pasas, nueces y yogures descremados, que antes no estaban disponibles.
La experta dice que con estas simples intervenciones se logró mantener o bajar el nivel de obesidad de los alumnos. A nivel global, una de las mayores bajas estuvo en Maipú donde, en 2009, los menores que padecían de obesidad constituían el 17,8%, pero luego se bajó a 14% en 2010.
"Esta iniciativa demuestra que es posible tener buenos resultados en enseñanza básica. Se debería replicar en otros colegios en el país, porque hasta ahora no existe una política extendida para que en los establecimientos educacionales se tomen medidas a fin de que los niños tengan una vida saludable. Y eso termina en obesidad", dijo Cruchet.
La intervención del INTA en los colegios también determinó que la mayor parte de los escolares mejoró su condición física en un aspecto clave: los niños ahora poseen más flexibilidad, la que habían perdido porque habían ganado peso. Uno de los aspectos que se incorporaron fueron caminatas continuas de seis minutos por día.
Del total de los estudiantes que han participado en el proyecto, 19% mejoró la flexibilidad, mientras que el 62% mejoró la distancia recorrida en el lapso estudiado.
Otro de los aspectos que se abordaron fue la formación en cuanto a alimentación y la importancia de la actividad física en los docentes que están a cargo de los cursos, quienes son clave a la hora de crear hábitos en los niños. Además, muchos profesores son los encargados de realizar clases de diversas materias y de educación física, por lo que pueden entregar información en diversos cursos sobre el estilo de vida saludable.
Publicado el 20/04/11
Fuente: La Segunda
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