Compuesto del ajo reduce en un 61% daño cardíaco después de un ataque

El conocimiento popular nuevamente encontró un respaldo en la ciencia. Expertos de la Escuela de Medicina de la U. de Emory (EE.UU.), trabajan en un nuevo tratamiento sobre la base de un compuesto del ajo que ayudará a la recuperación del corazón de quienes han sufrido un ataque o los que se recuperan de una cirugía.

Estudiado desde hace varios años, el sulfuro de hidrógeno que contiene el ajo es un compuesto inestable y volátil, por lo que todos los esfuerzos que se han hecho para modelarlo y conseguir un fármaco han resultado infructuosos.

Dirigidos por el director del Laboratorio de Investigación de Cirugía Cardiotorácica de esta universidad, David Lefer, los investigadores lograron sintetizar otro compuesto del aceite de ajo, el dialil trisulfuro, y lo están utilizando como una terapia en los experimentos que realizan con ratones.

A la fecha, los hallazgos sugieren que los médicos podrían utilizar dialil trisulfuro en al menos tres situaciones: después de un ataque al corazón, durante la cirugía cardíaca, o como un tratamiento para la insuficiencia cardíaca. En todos ellos, este elemento ayuda a liberar compuestos químicos protectores del corazón.

El estudio, presentado esta semana en las sesiones científicas que la American Heart Association (AHA), realizadas en Orlando (EE.UU.), señala que cuando se bloquean las arterias coronarias de los ratones durante 45 minutos, simulando un ataque al corazón, y se aplica el dialil trisulfuro justo antes de restaurar el flujo de sangre, la proporción de tejido cardíaco dañado en la zona de riesgo es un 61% menor si se compara con los animales no tratados. Es que no sólo la pérdida del flujo sanguíneo daña el corazón. Cuando la sangre vuelve a pasar por los vasos sanguíneos se produce un nivel de oxidación (estrés celular) que a veces daña más que el mismo ataque, provocando la muerte de las células cardíacas y el consiguiente daño de tejido.

Como no se requieren altas dosis para conseguir efectos, Lefer cree que "esto podría evitar la necesidad de inyectar sulfuro sólo en una situación de emergencia" e indicarlo como una terapia oral preventiva.

Paola Tapia, química farmacéutica y académica de la U. Andrés Bello, explicó que el compuesto del ajo que se está estudiando es precisamente uno de los que le da el olor azufrado a esta planta y también a la cebolla, donde está presente, pero en menor concentración. La especialista recomendó comer estos alimentos en forma diaria y natural, sin cocerlos ni freírlos.

Ajo y cebolla: sólo beneficios

En diferentes culturas y por cientos de años estas dos plantas se han usado como alimentos y medicamentos. Egipcios, romanos y vikingos los usaban como antisépticos tópicos en heridas, para depurar el sistema digestivo, como antigripal y para reforzar el sistema inmune.

Publicado el 18/11/11
Fuente: La Tercera


Contacto: contactenos@adelgace.cl
Celular: +569 7497 6497 / Santiago de Chile