Abdominoplastía, una alternativa para lograr el ansiado vientre plano

Sus resultados son técnicamente permanentes, pero tras realizarse una no se debe dejar de lado la actividad física ni tampoco la alimentación saludable.

Para muchas mujeres -y también hombres- lucir un abdomen sin rollitos de más es un verdadero sueño. Para hacerlo realidad hacen estrictas dietas o se someten a duras sesiones de ejercicios que a veces no dan los resultados esperados. En esos casos existe otra alternativa: la abdominoplastía.

Según explica Rodrigo Vielma, cirujano plástico de Clínica Vespucio, el objetivo de esta intervención es eliminar el exceso de grasa y piel en la zona del vientre, para lo cual se reparan músculos separados y débiles, lo que da como resultado un abdomen más liso y firme.

De acuerdo al especialista, las causas más comunes para practicarse una abdominoplastía son el envejecimiento, embarazos, cambios drásticos de peso, problemas hereditarios y cirugías anteriores. Asimismo, la intervención "puede favorecer erupciones o infecciones cutáneas que se presentan bajo grandes colgajos de piel, además de aportar mejorando la imagen propia de los pacientes y con ello su autoestima", agrega el cirujano plástico.

La operación puede ir desde una miniabdominoplastía simple, hasta una cirugía más extensa y compleja. En el primer caso, se puede utilizar la endoscopía, para la cual se trabaja con una pequeña cámara que se introduce por incisiones menores y que permite al cirujano poder ver en un monitor dónde está trabajando. "Si bien esta técnica es menos invasiva, no se puede aplicar en todos los casos", sostiene el médico.

En el caso de que se trate de una cirugía mayor, ésta se realiza bajo anestesia general.

En tanto, el período de recuperación tras el procedimiento es de uno a dos días en la clínica y luego un reposo relativo de una a dos semanas en casa con actividad liviana. "Posteriormente es necesario acudir con el kinesiólogo para iniciar drenajes linfáticos y ultrasonido en la zona operada para retirar el edema que se genera por la cirugía. Al cabo de tres o cuatro semanas, el paciente ya tiene actividad normal", explica Rodrigo Vielma.

Sin embargo, aunque los resultados son técnicamente permanentes, no debe dejarse de lado la actividad física ni tampoco la alimentación saludable. "Las significativas fluctuaciones de peso pueden reducir en gran medida sus resultados positivos", afirma el especialista, y añade que como "no se trata de una técnica para bajar de peso, los pacientes en franco sobrepeso u obesos deben primero acudir a un especialista".

Por esta razón, la abdominoplastía es recomendada para pacientes que presentan "una buena salud física, tienen un peso estable, no son fumadores, se generan expectativas reales y viven con la sensación de tener un abdomen demasiado grande". Por el contrario, deben evitarla quienes busquen una reducción sustancial de peso o aquellas mujeres que tengan considerado futuros embarazos.

El cirujano plástico recalca que realizarse una abdominoplastía es una decisión absolutamente electiva y personal. Asimismo, aconseja que quien desee someterse a una elija un especialista de confianza, para evitar poner en riesgo su vida. "Un buen indicador es que el médico tenga alguna certificación que en nuestro país se puede verificar a través de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica y la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (Conacem)", acota.

Publicado el 18/10/11
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer


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