Las precauciones que hay que tomar para practicar deporte bajo mucho calor

La hidratación es lo más importante, pero también es fundamental la ropa que se usa y los horarios que se eligen para realizar el ejercicio.

Es temporada de corridas y actividades deportivas al aire libre. Todos los fines de semana, muchas personas participan con entusiasmo en ellas como una manera de sacudirse el cansancio característico de esta época del año y de paso ponerse en forma para el verano.

Sin embargo, muchas veces el ejercicio se practica bajo el inclemente sol y cuando se registran altas temperaturas. Y en esas ocasiones es necesario tomar ciertas precauciones para que un buen momento no se convierta en un mal rato o incluso en algo más complicado.

Según explica Gonzalo Fernández, traumatólogo y encargado del Programa de Pro-Deporte de Clínica Alemana, cuando una persona realiza actividad física, su cuerpo tiene que regular la temperatura para mantenerla dentro de rangos normales. Si el deporte se hace en un ambiente caluroso, el organismo comienza a producir formas de enfriar el cuerpo, lo que ocurre a través de la sudoración. Y en esto la hidratación cumple un rol muy importante.

"Si se parte haciendo deporte con baja hidratación o durante la actividad física no se toma líquido, esta capacidad que tiene el cuerpo para producir la transpiración es limitada. Entonces va a provocar que aumente el calor corporal y que eventualmente se produzcan problemas de salud producto del aumento de la temperatura", sostiene el médico.

Sí, porque el principal riesgo que se corre cuando no se toma suficiente líquido y se practica deporte con altas temperaturas es que la persona se deshidrate, lo que en términos prácticos puede traducirse en fatiga, mareos e incluso desmayos. "También hay complicaciones más severas como la hipertermia que es cuando se eleva mucho la temperatura corporal, y ésa es una emergencia médica que hay que tratarla en la clínica o en el hospital", agrega Gonzalo Fernández.

Por esta razón, el primer consejo para quienes realizan deporte en esta época es hidratarse antes, durante y después de la actividad física. "Lo que se recomienda antes, en la hora anterior o en las dos horas previas, es tomar entre 300 y 400 ml de agua, hasta medio litro. Durante la actividad física hay que tomar más o menos entre 350 y 500 ml por hora. Y después, cuando se termina de hacer deporte, lo ideal es poder pesarse y ver cuánto se ha bajado de peso. Esa pérdida es solamente de líquido, entonces debería reponerse con más líquido", explica el traumatólogo.

Gonzalo Fernández añade que cuando la actividad física se extiende por más de 40 o 45 minutos, lo recomendable es hidratarse con bebidas isotónicas, las que además de sodio contienen azúcar. "Permiten hacer deporte por más tiempo y evitan los riesgos de que bajen los minerales durante el ejercicio", afirma el especialista.

Otra sugerencia relacionada con la hidratación es que el volumen de líquido se tome fraccionado y no todo de una vez, para así evitar problemas gástricos. "Lo ideal es tomar sorbos de 50 o 100 ml como máximo", dice el médico.

Respecto a la ropa adecuada para realizar actividad física cuando hace calor, Gonzalo Fernández sostiene que lo más recomendable son las telas que no absorben agua. "El algodón tiene el problema de que absorbe mucho líquido, entonces la ropa empieza a pesar cuando se hace deporte por más de media hora, sobre todo en la gente que transpira mucho", advierte el traumatólogo. Por esto -agrega- lo ideal es invertir en ropa dri-fit, la cual tiene la característica de poseer pequeños poros que permiten la ventilación del cuerpo y así evitar que el sudor quede impregnado en la prenda.

El cuidado del sol también es fundamental. Por esto, el encargado del Programa de Pro-Deporte de Clínica Alemana aconseja ocupar bloqueador solar, tratar de buscar rutas donde no haya tanta exposición a los rayos ultravioleta, usar anteojos y gorro. Una alternativa es utilizar poleras manga larga y de tela fina. "No aumentan mucho la temperatura y protegen de los rayos UV", asegura el traumatólogo.

Por último, el horario. Es común que sábados y domingos se vean personas realizando ejercicio al mediodía, cuando generalmente hace mucho calor. Eso, obviamente, no es lo más recomendable. Lo ideal, según Gonzalo Fernández, es hacerlo antes de las diez de la mañana o después de las siete de la tarde. "Esos horarios son bastante más adecuados desde el punto de vista de la exposición a los rayos ultravioleta y de los problemas de deshidratación", afirma el especialista.

Publicado el 13/11/11
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer


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