¿Sabes quemar calorías? Tips básicos para ser tu propia personal trainer
Si los ejercicios no te dan el resultado que esperas, es porque quizás no los realizas de la forma e intensidad adecuada. Y si esperas que lo masajes hagan el milagro de rebajar tu peso mágicamente te informamos que estás muy lejos de lo cierto. Acá te damos sencillos consejos para adelgazar sin tener que matarte haciendo ejercicios en el gimnasio.
Muchos piensan que para eliminar el exceso de masa grasa, los ejercicios intensos -esos en los que quedamos extenuados en un minuto- son la mejor solución, más allá del tiempo en que los prolonguemos. Sin embargo, en numerosos experimentos se ha demostrado que se obtienen resultados mucho mejores con los ejercicios de resistencia, es decir, con un esfuerzo moderado pero mantenido. ¿Por qué? Porque al comienzo el organismo utiliza en primer lugar los glúcidos, explica el portal especializado Alimentación Sana.
Sólo después de un cierto tiempo comienza a quemar los ácidos grasos y continúa aún después de interrumpir el ejercicio. El ejercicio que mejor quema las grasas es el inferior al 50% de nuestra capacidad y debe mantenerse durante bastante tiempo ( al menos 30 minutos). Cuando hacemos un ejercicio muy intenso se consumen rápidamente todas las reservas de glúcidos, con lo que nos agotamos rápidamente y nos vemos obligados a parar. Así, no sólo no hemos quemado muchas grasas, sino que nos arriesgamos a un desfallecimiento, nos deshidratamos y nos quedamos hambrientos.
Esta sensación de estar muerto de hambre nos empuja a comer y nos devuelve al ciclo de insulina-almacenamiento. Si se hace un esfuerzo moderado (una marcha rápida, bicicleta fija, por ejemplo), no se siente fatiga ni desfallecimiento y se puede esperar tranquilamente un poco y dejar que los mecanismos de "pérdida de grasa" prosigan su acción antes de comer, lo cuál desencadenará el pico de insulina y un nuevo ciclo de almacenamiento.
Lo más importante, en materia de ejercicio, es el mantenimiento de una duración mínima de 30 a 45 minutos y la regularidad. Por eso se recomienda hacer elecciones razonables: la marcha rápida, un excelente ejercicio que moviliza todo el cuerpo, está al alcance de todo el mundo y no exige un condición particular. Si se anda una hora al día, se queman 300 calorías diarias y esto puede bastar para restablecer el equilibrio entre almacenamiento y gasto. No hay que olvidar tampoco que son los músculos los que utilizan las grasas. Cuanto más activos estén los músculos, más se aumentará la masa muscular y ¡más ácidos grasos se podrán quemar! Todas las ocasiones para quemar son buenas: subir las escaleras es una muy buena y está al alcance de todos.
¿Los masajes nos hacen adelgazar?
Ya lo hemos visto: ninguna manipulación puede "hacer salir la grasa" de la célula. Por el contrario, el masaje tiene una acción beneficiosa sobre el drenaje del tejido, sobre todo si se hace en una fase dinámica, como acompañamiento de la actividad física. Acentúa la puesta en circulación de los ácidos grasos liberados y, por tanto, practicado antes o después del ejercicio, mejora la combustión.
Un ligero masaje es excelente también por las noches antes de acostarse, pues acompaña un biorritmo natural que aumenta considerablemente la circulación sanguínea en el tejido adiposo (hasta el 200%), sobre todo, en los miembros inferiores.
Este aumento de la circulación provoca una aceleración del drenaje durante la noche. Si se tiene celulitis, se obtendrá el máximo beneficio de este biorritmo, favoreciendo el masaje de los muslos y las piernas antes de acostarse.
Publicado el 13/10/11
Fuente: Mujeres Publimetro
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