¿Por qué en invierno engordamos?
La tentación de comer alimentos altamente calóricos y la baja en la actividad física son algunos factores.
Llega el frío y se abre la temporada de tentaciones calóricas. Mal. Con el cambio de hora, la tarde se hace noche y la prisa por llegar a casa se acelera, sobre todo si las bajas temperaturas invaden el cuerpo, como consecuencia las actividades físicas rutinarias se dejan de lado y se opta por dar rienda suelta a esa deliciosa tentación de comer alimentos energéticos, ricos en calorías, grasas, harinas refinadas y azúcares. Todo lo que engorda.
"Para compensar lo que ingerimos debemos realizar actividad física. Podemos hacer caminatas en el mall o bailes en casa mientras hacemos los quehaceres hogareños, o subirnos a una da esas máquinas que algún día compramos", aconseja Rebeca Flores Galleguillos, Nutricionista de la Universidad de Chile y docente de la UNAB.
La idea es moverse aunque haga frío y no cambiar las actividades físicas programadas por irse a meter a la cama. Por ejemplo, caminar una hora quema 300 calorías y andar en bicicleta, 200.
Entonces, luego de hacer cualquier ejercicio aumentará la energía, el frío pasará a la historia y tal vez habrá tiempo para darse un gusto, porque se puede, pero no todos los días de la semana.
¿Cómo?
Eligiendo alternativas elaboradas con harina integral, endulzadas con sucralosa o estevia, y si es con chocolate, que sea con cacao amargo. "Así evitaremos una importante cantidad extra de calorías y potenciaremos el aporte fibras y de antioxidantes beneficiosos para nuestra salud", afirma la experta.
Otro dato que aporta, es incorporar a la dieta alimentos que potencien la vitamina D - fundamental para mantener los huesos sanos, corazón y para reducir el riesgo de cáncer de mama y otros cánceres- comiendo más pescados como el atún y el salmón.
Además, ocupar aceites crudos o vírgenes en cantidades moderadas para aliñar ensaladas, optar por los huevos (uno al día pero no fritos) y preferir carnes desgrasas elaboradas al horno o plancha, evitando las frituras.
Como alternativa de proteínas de origen vegetal y con carbohidratos están las leguminosas y los cereales. "Por ejemplo, para tener la sensación de estar protegidos del frío están los platos calientes, sugiero comer porotos con fideos (largos y al dente) o lentejas con arroz, ambos platos entregan una cantidad suficiente de aminoácidos, pero no consumirlos más de tres veces a la semana", comenta Rebeca Flores Galleguillos, quien también es especialista en diabetes.
Para seguir consumiendo vegetales, se pueden hacer sopas (sin agregar cremas) o carbonadas de verduras, o un guiso de acelgas, espinacas, endivias, zanahoria, zapallitos. También es posible preparar tortilla de vegetales con claras de huevo; pastas sin culpa pero en pequeñas porciones y sin salsas pesadas.
Entre las comidas
Para pasar el mal tiempo y no aumentar el volumen, hay que procurar usar ropa ceñida al cuerpo y no dejar de subirse a la báscula que advertirá cualquier cambio.
Como colaciones o meriendas recomiendan los galletones de avena con harina integral o las barras de cereales son una buena opción, pero ojo, hay que fijarse que hayan sido elaboradas con mantequilla desgrasada y frutos secos endulzados con sucralosa. "Las barritas energéticas generalmente son elaboradas con harina refinada con agregado de azúcar. Si comemos una de ellas, de vez en cuando, no nos hará subir de peso, pero si los hacemos a diario y en mayor cantidad, indudable que nos ayudarán a incrementar peso", advierte.
Otras alternativas para combatir el efecto sicológico del aumento de apetito en tiempos más fríos son los jugos cítricos naturales, la leche descremada caliente con chocolate amargo con sucralosa o endulzante. También se puede optar por una rebanada de queque con zapallito italiano endulzado con sucralosa. Y si se quiere algo rápido, un puñado (como medio vasito chico) de almendras, o maní o semillas de maravillas, ayudarán a pasar las horas que faltan para el almuerzo o cena.
"Como postre o colación está el helado de invierno que se elabora con fruta rallada (manzana, pera, o plátano) en merengón con endulzante ¡Muy rico!", afirma entusiasta la nutricionista, Rebeca Flores.
Publicado el 13/05/11
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer
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