Alimentos funcionales
Alimentos funcionales son más que simples nutrientes.
Hace algunos días ILSI Sur-Andino (International Life Science Institute) realizó un simposio donde expertos debatieron a fondo este tema. Y es que mucho se ha hablado últimamente de este tipo de alimentos, pero poco y nada conocemos de ellos. Pues bien. Lo que debemos saber es que los alimentos funcionales son aquellos que, en forma natural o procesada, son más que simples nutrientes para el organismo. Vale decir, contienen otra serie de componentes que ejercen efectos beneficiosos para la salud. ¿Ejemplos? Tomates, brócolis, zanahorias, ajos, tés y pescados grasos, como el salmón, el jurel, la sardina y el atún. Al mismo tiempo, existen los alimentos procesados o modificados para ser funcionales, como es el caso del yogur, los lácteos fermentados, huevos, vinos y cereales fortificados. A continuación más detalles.
Alimentos funciones naturales:
• Tomates: Tienen un componente llamado Licopeno, que reduce el riesgo de cáncer a la próstata e infarto del miocardio.
• Té: Contiene polifenoles y catequinas los que ayudan a evitar el riesgo de enfermedades coronarias y algunos cánceres. • Pescado: Contiene ácidos grasos omega 3, que reducen el riesgo de enfermedades al corazón. Alimentos funcionales procesados: • La leche alta en calcio, con bajo aporte en grasa, reduce el riesgo de osteoporosis.
• Productos lácteos fermentados y probióticos, mejoran la función gastrointestinal.
• El vino, en cantidades moderadas -no más de 2 copas al día- contiene flavonoides, que contribuyen a la salud cardiovascular.
La gracia del café
Tomar café es un placer que además de entregarnos energía nos aporta valiosos beneficios para la salud. Así lo demostró un estudio realizado por la Harvard School of Public Health, (Estados Unidos), quienes descubrieron que las mujeres que consumían cuatro o más tazas de café al día reducían su riesgo a padecer cáncer de útero.
Este estudio se suma a otros. Edward Giovannucci, uno de los investigadores principales del estudio de la Harvard School of Public Health, en Boston, señala que el café por sí mismo podría reportar algunos beneficios como la reducción de los niveles de insulina y los de estrógeno libre circulante en el organismo. Hay que considerar que las mayores concentraciones de insulina han sido vinculadas a un alto riesgo de cáncer de endometrio.
Lo cierto es que el café contiene además una gran concentración de antioxidantes, que contribuyen a disminuir el peligro de padecer cáncer de vejiga o hígado; y ayuda también a reducir la aparición de cálculos biliares y enfermedades de la vesícula. Evidentemente quienes son sensibles a los efectos de la cafeína, tienen que consultar a su médico tratante la ingesta de este.
Publicado el 10/12/11
Fuente: La Hora - Mujeres
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