El ABC de la Sal: Alimentos riesgosos, enfermedades y consumo sano
El salero en la mesa es una costumbre típica a la hora de nuestras comidas. Y si a eso sumamos la cantidad de sodio que contienen de forma natural los alimentos que consumimos, no es raro presentar consecuencias que van desde la retención de líquido hasta la hipertensión arterial. Lo peor, es que los daños se ven con el paso del tiempo, no en la juventud. Si aprendemos a equilibrar su uso a través de productos bajos en sodio y una alimentación equilibrada, el problema quedará resuelto. Aquí te contamos cómo.
Todos los alimentos frescos contienen sodio en su composición, siendo más abundante en quesos, huevos, carnes (especialmente en las vísceras), pescados y lácteos. El 10% de la sal que ingerimos proviene de estos alimentos frescos, y de algunas verduras como apio, perejil y algunos cereales.
0No obstante, la mayor parte de nuestra ingesta de sodio (alrededor del 75%) proviene de los alimentos procesados que consumimos, ya que ellos concentran una mayor cantidad de sodio en su composición. Esto se explica, porque la sal es un excelente conservante y por ello se añade como aditivo a la mayoría de productos industriales preparados, como conservas, alimentos envasados como papas fritas y similares, sopas y cremas en sobre, salsas, aceitunas, encurtidos, panes, bollería, galletas, embutidos, y carnes y pescados salados o ahumados. Además, a muchos alimentos pre-cocidos o en conserva, se les adicionan saborizantes en base de sodio por lo que concentran una buena dosis de este mineral.
Las patologías
El sodio es necesario en la dieta, no debe ser eliminado por completo, pero cuando se consume en exceso se transforma un riesgo para la salud, explica Mónica Rojas, Ingeniera en Alimentos de la empresa Proexa, "Algunas consecuencias para el organismo son: Retención de líquidos, Hipertensión arterial (como consecuencia de la retención de agua, aumenta el volumen de la sangre y por tanto la presión de ella), enfermedad cardiaca y cerebral (si no se mantiene una presión arterial normal, no se mantiene sanos el aparato cardiovascular y el cerebro), enfermedad renal (el sodio es un mineral que se excreta a través de los riñones, su exceso puede provocar serios trastornos a este nivel), trastornos digestivos (aparte de todo lo señalado, un exceso de sodio daña la mucosa gastrointestinal pudiendo producir gastritis, úlceras gastroduodenales e incluso su consumo excesivo en forma crónica, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de estómago), osteoporosis (una ingesta excesiva provoca un aumento en la eliminación de calcio por la orina, incrementando el riesgo de pérdida de masa ósea).
El mayor problema de un consumo excesivo de sodio es que sus efectos no aparecen de forma inmediata, sino con el paso del tiempo, por lo que conviene tomar precauciones desde la infancia.
El sodio es necesario en la dieta, no debe ser eliminado por completo por algunas funciones regulatorias que aportan este mineral, por ejemplo, mantiene la presión osmótica de los líquidos corporales protegiendo el organismo contra pérdidas excesivas de los mismos, regula el volumen de sangre y el equilibrio de los líquidos corporales dentro y fuera de las células, por lo que juega un papel importante durante la digestión, ayuda a conservar la excitabilidad normal del músculo, es necesario para la transmisión y la generación del impulso nervioso.
Tips para consumirla sanamente
En cuanto a la sal, la especialista explica "No se debe eliminar la sal de nuestra alimentación, sino que debemos aprender a consumirla en forma balanceada. Lo ideal es aumentar la ingesta de frutas y verduras, evitar los condimentos y especias que incluyan sal, así como también aquellos alimentos procesados que utilizan la sal como conservantes tales como: embutidos, cecinas, jamones, salsas, etc. Evitar poner el salero en la mesa, ya que tendemos a sazonar las comidas con sal común antes de probarlas. Considerando que los alimentos ya son preparados con sal, se puede reemplazar el salero por hierbas aromáticas como el orégano, el perejil, el eneldo, el tomillo, la albahaca y la hierbabuena, entre otras".
El valor diario recomendado de sal para un adulto, es de seis gramos. Considerando que la sal está formada por dos elementos químicos, el sodio y el cloro (cloruro de sodio) y que el sodio representa aproximadamente el 40% del peso de la sal, la cantidad de sodio no debería superar los 2.400 miligramos por día. En el caso de los niños de 5 a 10 años, el valor diario recomendado es de 4 g de sal, es decir, 1.600 miligramos por día.
Publicado el 05/11/11
Fuente: Biut
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