Aprenda a leer las etiquetas de los productos alimenticios; tips en qué fijarse

Luego de que cuatro margarinas fueran denunciadas esta semana por el Instituto de Salud Pública, por superar el límite de grasas trans que son permitidas en estos productos, cabe preguntarse qué puede hacer el consumidor para distinguir aquellos productos buenos de los malos leyendo sólo las etiquetas.

El tema no es sencillo de resolver, porque mucha de la información que las etiquetas entregan no es fácilmente entendible. Por eso, la nutricionista del INTA-Universidad de Chile, Carmen Gloria González da algunas pistas que deben ser tomadas en cuenta.

1.- Calorías y grasas: los chilenos las están consumiendo en exceso y ya se sabe que se relacionan con la obesidad y otras enfermedades. Cuando se lea la columna de ingredientes, se debe ver la cantidad de estos por porción y compararlo con otros productos de igual porción para establecer cuál es el que aporta menos cantidad de estos dos elementos.

El consumo en exceso de calorías y grasas se relaciona con el sobrepeso y la obesidad y el exceso de grasas totales se vincula al aumento del riesgo de algunos tipos de cáncer, explica la nutricionista, que agrega que las grasas saturadas y trans, tienen relación con el aumento del colesterol sanguíneo y con las enfermedades cardiovasculares. La especialista del INTA aclara que el Reglamento Sanitario de los Alimentos establece que el contenido máximo de grasas trans, en aceites y margarinas, debe corresponder a un máximo de 2% de las grasas totales, y sólo a partir del año 2014, este límite se aplicará para todos los productos.

La recomendación, sin embargo, debido a lo difícil que es interpretar las etiquetas, es elegir aquellos productos que señalan expresamente 0% grasas saturadas y trans.

2.- Sodio: el consumo excesivo de sodio se relaciona con el desarrollo de hipertensión arterial y con enfermedades cardiovasculares. "Por esto se recomienda disminuir el consumo de estos nutrientes, pues aumentan el riesgo de enfermedades y aumentan las complicaciones de las enfermedades, cuando las personas ya las tienen", dice.

Carmen Gloria González aclara que actualmente no existen límites máximos para el contenido de sodio de los alimentos, por esta razón es importante que el consumidor lea las etiquetas y pueda elegir los productos que tengan menor contenido.

3.- Productos light: no se debe escoger un producto por el simple hecho de que dice la palabra "light", "liviano" o "bajo" en, ya sea grasas o calorías. Para verificar que ello sea así se debe precisamente observar las cantidades indicadas en sodio, calorías y grasas trans y saturadas.

4.- Colorantes: aunque algunos señalan que son cancerígenos, Carmen Gloria González precisa que las personas no deben descartar los productos por contenerlos, pues el Reglamento Sanitario de los Alimentos regula los aditivos que se pueden utilizar y considera que están permitidos porque son seguros para la salud de la población. Los colorantes como el "amarillo crepúsculo" y la "tartrazina" deben estar destacados con negrita o mayúsculas en la etiqueta de los alimentos, pues existen personas más sensibles a ellos.

5.- Ingredientes desconocidos para el común de la gente: muchos productos precisan contener, entre otros, fosfato tricálcico, sulfato de aluminio, antioxidante TBHQ. La nutricionista señala que existen muchos aditivos como estos que son utilizados en los procesos de producción y que tienen distintos fines, como por ejemplo, ser conservantes o mejorar la textura o consistencia del producto, o bien para acentuar el sabor.

"Todos los aditivos que se utilizan están autorizados en el Reglamento Sanitario de los Alimentos. Si bien son difíciles de comprender por el consumidor, se puede tener la certeza de que la autoridad sanitaria, considera que son seguros de utilizar y por eso están permitidos", aclara.

6.- Las porciones: en la etiquetas se señala el peso del producto y las porciones que contiene. La especialista plantea que es importante fijarse en ello, porque las personas tienden a consumir todo el producto, y con ello, hacerlo en exceso.

Además, hay que tener cuidado, porque la información, generalmente, se relaciona con los contenidos en 100 grs. o una porción, y si se consume más de eso, todos los índices deben ser multiplicados.

Publicado el 05/11/11
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer


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