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Hábitos infantiles:

El entorno nutricional empuja a los niños a la obesidad

Estudios demuestran que poco vale la educación sobre alimentación sana si la comida chatarra es la primera o única opción disponible para una mayoría.

La epidemia de obesidad en muchos países - tanto desarrollados como en vías de desarrollo- ha llevado al debate desde los alimentos al "entorno nutricional"; es decir, el conjunto de estímulos y oportunidades de consumo alimentario del niño durante el día.

Así lo explicó a El Mercurio el doctor Kelly Brownell, director del Centro para Enfermedades de la Alimentación de Yale, quien sostiene que, como ese entorno generalmente ofrece comida chatarra, gaseosa y dulces, la batalla es contra los proveedores de dichos productos.

Un estudio reciente concluyó que un tercio de los jóvenes estadounidenses entre 4 y 19 años de edad subirá 3 kilos adicionales por año solamente debido a la comida rápida, convirtiéndolos en los más gordos del mundo desarrollado: 15% son obesos. Las cifras para Chile son alarmantemente parecidas.

Brownell apoya iniciativas como la de la Academia de Pediatras Americanos, que pidió prohibir la venta de gaseosa en los colegios. "Las empresas de comida rápida están constantemente bombardeando a los niños con publicidad que los incita a comer mal", afirmó.

Correctivo

Para la especialista del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Inta, Sonia Olivares, "en Chile antes que las gaseosas habría que suprimir la comida chatarra: esos completos con harta mayonesa, las papas fritas, las sopaipillas - que tienen enormes cantidades de calorías- , galletas y chocolates".

La Organización de Agricultura y Alimentos (FAO) descubrió que el 75% de los jóvenes consume 120% más de grasa de lo recomendado, y que el 40% consume 160% más, mayormente a través de la comida chatarra y los dulces.

Olivares cree que la solución pasa por imponer "un mayor orden a los quioscos de los colegios, exigirles mejores productos y eliminar las frituras". Afirma que la implementación de cualquier política debe surgir del Mineduc - del que dependen los establecimientos- y no desde el ministerio de Salud.

Los quioscos saludables que la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) pretende inaugurar este año en muchas escuelas son, precisamente, un esfuerzo en la dirección que señala el americano Brownell: que lo primero que los niños tengan a la mano no sea comida chatarra.

María Paz Guzmán, jefa de la Unidad de Salud de la Junaeb, explica que la alimentación es uno de los cinco componentes de la estrategia para promover escuelas saludables. "Estos quioscos deben cumplir ciertos requisitos - acordes con la realidad de cada colegio- en cuanto a tipo y calidad de los productos, preservación, envase, normas de higiene, tipos de preparación y personal de atención", explica Guzmán.

Sin embargo, coincide con Olivares en que el precio es un factor que limita los esfuerzos por promover una mejor alimentación: los productos más sanos suelen ser más caros, y el dinero disponible es lo que condiciona la compra, no la calidad.

Diario El Mercurio
Miércoles 28 de enero de 2004