No existen productos milagrosos que reducen la grasa corporal sin ningún esfuerzo, pero existen productos comercializados y en investigación para ayudar al paciente a perder peso junto con una dieta hipocalórica y actividad física moderada.
El uso de cualquier medicamento debe realizarse bajo la supervisión de un profesional especializado. Toda persona que desee utilizar fármacos para bajar de peso, debe asesorarse por un médico.
Anorexígenos
Hasta ahora los fármacos más utilizados han sido los anorexígenos (medicamentos que reducen el apetito), que se clasifican en: noradrenérgicos y serotoninérgicos.
Farmacos Anorexígenos | |
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Noradrenérgicos | Serotoninérgicos |
Anfetaminas | Dexfenfluramina |
Anfepramona | Fenfluramina |
Clobenzorex | |
Fenproporex |
Los anorexígenos noradrenérgicos actúan a nivel del centro del apetito y presentan acción estimulante del SNC y riesgo de producir adicción. En cualquier caso, al cabo de 3-8 semanas pierden su acción supresora del apetito (por depleción total de las catecolaminas neurotransmisoras en el hipotálamo).
Los anorexígenos serotoninérgicos actúan a nivel del centro de la saciedad, carecen de acción estimulante y no son susceptibles de abuso. Su acción se puede mantener durante un año. Pueden producir hipertensión pulmonar primaria. Además se han detectado ciertas anomalías cardíacas (valvulopatías) en pacientes con tratamiento conjunto de fenfluramina y fentermina.
Fluoxetina
La fluoxetina es un antidepresivo, inhibidor de la captación de serotonina, que presenta un mecanismo de acción igual al de los anorexígenos serotoninérgicos.
Está aprobada por la FDA para tratamiento de depresión, bulimia y desórdenes obsesivos compulsivos, pero no para reducir peso.
Se han realizado ensayos clínicos en los que se demuestra que es efectivo en el tratamiento de la obesidad utilizándolo durante 8 semanas
Sin embargo la mayoría de los pacientes vuelve a ganar peso a pesar de la medicación, si se prolonga el tratamiento durante 16-20 semanas. La dosis utilizada es de 60 mg/día, triple de la empleada como antidepresivo, con el consecuente riesgo de toxicidad.
Orlistat
El orlistat o tetrahidrolipstatina, es un potente inhibidor irreversible de unas enzimas llamadas lipasas. La lipasa pancreática es la enzima responsable de la hidrólisis de los triglicéridos (grasa), imprescindible para su absorción. Puede ser, pues, el primer fármaco efectivo en el control de la absorción de la grasa procedente de la dieta.
Actúa a nivel local, en el tracto gastrointestinal y como consecuencia de su mecanismo de acción, aumenta la excreción fecal de grasa, originando una serie de efectos adversos: movimientos intestinales, esteatorrea (diarrea causada por la grasa), calambres abdominales, incontinencia fecal y náuseas.
Estos efectos no parecen ser dosis-dependientes; al parecer, dependen más de la cantidad de grasa ingerida.
La dosis óptima está comprendida entre 100 y 400 mg, tres veces al día y puede administrarse antes, durante o después de las comidas.
La absorción de vitaminas A, D y E pueden estar disminuida, y puede ser necesaria la suplementación de estas vitaminas en tratamientos a medio plazo.
Sibutramina
La sibutramina, es un nuevo antidepresivo que se está ensayando para tratar la obesidad.
Hasta la fecha, los estudios clínicos han demostrado su eficacia, pero sólo asociado a una restricción calórica y aumento de la actividad física.
Entre los efectos adversos, se ha detectado aumento de la tensión arterial y del ritmo cardíaco.
Otros fármacos antiobesidad
Existen una serie de fármacos en fase de ensayos clínicos que podrían resultar útiles en algunos tipos de obesidad.
Farmacos termogénicos. Fármacos que incrementan el potencial de oxidación de los ácidos grasos en el músculo.
Efedrina. Se han realizado varios ensayos clínicos, aunque se ha detectado una alta incidencia de efectos adversos (aumentos de azúcar en sangre, temblor, aumento de la presión arterial), con una mínima pérdida de peso.
Beta adrenérgicos. Disminuyen el peso corporal y mejoran el perfil metabólico en experimentos con animales.
Hormonas Tiroideas
Aunque producen una pérdida inicial de peso, a medio/largo plazo inducen también una pérdida ósea, dando lugar a osteoporosis, y una reducción de la masa muscular.
En principio sólo se recomiendan en pacientes obesos con hipotiroidismo (obesidad por baja producción de hormonas tiroideas).
Inhibidores del vaciamiento gástrico (clorocitrato, colecistokinasa). Se están estudiando, por la sensación de plenitud que producen.
Leptina. La hormona leptina parece ser una sustancia útil para mantener el peso corporal, y recientemente se han descubierto receptores de esta hormona en el cerebro. La leptina desencadena la producción de otra sustancia llamada péptido-1-tipo glucagón (GLP-1). Esta última interviene en la digestión de los hidratos de carbono en el intestino. Por todo ello, la leptina podría ser una sustancia útil.
Fuente: Tuotromedico.com