Este es uno de los problemas más graves que afectan a la salud pública. Muchos la consideran como la epidemia del siglo XXI y a medida que se logra erradicar la miseria, la obesidad aparece como un conflicto más grave y frecuente que la desnutrición.
En Latinoamérica unas 200 mil personas morirán al año a causa de complicaciones derivadas de la obesidad.
En Chile se estima que alrededor de un 30% de la población tiene sobrepeso de algún grado. Esto significa que alrededor de cuatro millones de chilenos son obesos. En Estados Unidos, en tanto, el problema afecta a un 50% de la población.
Las causas de la obesidad son variadas, pero lo que probablemente más ha influido es la adquisición de nuevos hábitos de alimentación, con la llamada comida chatarra. La actividad física también se ha reducido producto de la televisión y el uso del computador, especialmente en los niños.
Se considera obesa a cualquiera cuyo peso exceda en 20% el peso normal para su edad, sexo o estatura. También se toma en cuenta el patrón de distribución de la grasa. Pero más importante que el peso es el porcentaje de grasa corporal, considerándose normal hasta el 25% del peso total de las mujeres y hasta el 17% de los hombres.
Enfermedades asociadas al sobrepeso
La obesidad, incluso el sobrepeso moderado, afecta a la espalda, las piernas y a los órganos internos, lo que con el tiempo ocasiona trastornos físicos de mayor gravedad.
La obesidad aumenta la resistencia del organismo a la insulina y lo hace susceptible a las infecciones, además incrementa el riesgo de desarrollar otras enfermedades como hipertensión, diabetes, daños en la vesícula biliar y en los riñones, derrame cerebral y otros males que pueden derivar en muerte prematura. El daño hepático y las complicaciones del embarazo son también comunes.
Se ha comprobado que las personas con fuertes fluctuaciones de peso aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiopáticas, así como la probabilidad de recuperar el peso perdido. Esto no quiere decir que perder peso sea nocivo para la salud, pero conviene tomarlo con precaución.
Los obesos sufren también desde el punto de vista psicológico, porque la sociedad tiende a menospreciar a las personas gordas, proyectando el éxito, la belleza y la inteligencia sobre la base de la delgadez.
Existen diversas formas de manejar el sobrepeso. Algunas personas recurren a hierbas y nutrientes diuréticos. Otras utilizan productos capaces de reducir la grasa y el colesterol y otros pacientes recurren a supresores del apetito.
Sin embargo la única manera definitiva de terminar con el problema de sobrepeso consiste en hacer cambios importantes y definitivos en la dieta y estilo de vida.