Las ganas de lucir un cuerpo esbelto y libre de esos incómodos "rollos", hacen que la mayoría de las mujeres pasen horas en el gimnasio. Pero a veces transpirar a mares no es suficiente y la grasa continúa ahí. La segunda arma: la liposucción.
Si bien esta opción es vista como una "solución mágica", pues en cuestión de horas aparece la cintura, también ha traído serias complicaciones y hasta la muerte.
Es el caso de una joven de 29 años que a los días de intervenirse el abdomen y los muslos, sintió malestares y hace casi un mes está internada de urgencia debido a una hemorragia e infección, lo que podría costarle la vida.
Liposucción
"La gente mira muy a huevo la lipoaspiración, porque como las cicatrices son pequeñas, creen que no es una operación, que es como ir al salón de belleza a cambiarse el color del pelo, y no es así", comenta el cirujano plástico Carlos Galilea. Pero advierte que "si el médico opera al paciente pidiéndole todos los exámenes para saber si está sano, y lo opera en un lugar que cumpla con las normas del Ministerio de Salud, el riesgo de infección es mínimo. Es como tomar un avión a Puerto Montt en un día despejado. Nadie puede asegurar riesgo cero, pero se viaja con mucha tranquilidad".
¿Qué es lo más riesgoso en una lipo?
El tromboembolismo. Es el enemigo número uno de las lipoaspiraciones y casi el ciento por ciento de los pacientes que se han muerto en esta cirugía es por su causa y no por infecciones, que son rarísimas. Como el paciente está en reposo durante la operación, puede aparecer un trombo en una vena y desprender un coágulo que se va a los pulmones. Es el riesgo más temido por los cirujanos plásticos.
¿Hay personas que no se puedan someter a esa cirugía?
La medicina ha avanzado tanto, que cualquiera se pude operar. Si un paciente tiene diabetes se puede compensar y un hipertenso basta que se controle la presión con medicamentos. Las patologías hacen correr mayores riesgos, pero si son compensadas se puede hacer. Ahora también está el sentido común, si viene una señora de 80 años a lipoaspirarse, uno mismo la va a convencer de que no lo haga.
Pero las molestias postoperatorias existen. "La liposucción es engañadora, porque como casi no deja marcas la gente cree que no duele nada. Pero si la comparamos con el resto de las cirugías plásticas, es la que más duele", explica el doctor Galilea. El dolor intenso dura entre 48 y 72 horas, pero con medicamentos se minimiza bastante.
Sin embargo, para que una persona sufra de tromboembolismo, debe haber factores predisponentes, explica el cirujano plástico Miguel Altura. "Podría afectar a un paciente con úlceras varicosas, varices, operaciones al corazón y otras patologías preexistentes. Eso obliga a tomar ciertas precauciones como usar pantalones especiales en pabellón y material anticoagulante", enfatiza.
¿Cuándo ocurre una infección?
No tenemos un patrón definido para saber cuándo va a ocurrir, porque todas son heridas limpias. Podría pasar si se trabajan tejidos muy infectables, como la región de las nalgas y la cara interna de los muslos, que están cerca de los genitales, pero se toman medidas como lavados antisépticos y antibióticos de tipo profilácticos.
-¿En qué fijarse a la hora de tomar la decisión de operarse?
Que el médico pertenezca a la Sociedad de Cirugía Plástica y Reparadora, y para eso puede llamar por teléfono (6320714), exigir su cartón de especialidad porque hay muchos que operan sin tener la experiencia ni la práctica necesaria.
Asimismo, el doctor Carlos Galilea aconseja que "la mejor referencia es la recomendación de un amiga u otra persona que se haya operado con ese doctor y que le haya ido bien".
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