Quienes tienen problemas de obesidad deben tomar en cuenta que padecen una enfermedad que va más allá de un asunto meramente estético.
El sobrepeso es una patología que debe y puede ser tratada, para lo cual el paciente tiene que comenzar por acudir a un médico y someterse a una evaluación.
La primera tarea del profesional será establecer las causas de la obesidad en determinado paciente. Cada historia personal es distinta, por ello determinar el porqué se es obeso permitirá escoger el tratamiento adecuado.
Una persona puede ser obesa debido a:
- Causas genéticas: Existe mayor riesgo de padecer sobrepeso si otros miembros de la familia también son obesos.
- Hábitos alimenticios: La cantidad de calorías totales ingeridas, es en la mayoría de los casos, la principal causa de la obesidad. El exceso de alimentos ricos en grasas y azucares, la ingesta alta de alcohol y baja de agua y fibra dietética, como los horarios inadecuados en los que las personas comen, son hábitos que deben corregirse.
- Actividad Física: La disminución de la actividad física diaria lleva a quemar menos energía al día, lo que sumado a un mal habito alimentario es la causa de la mayoría de los problemas de peso.
- Factores psicológicos: Hay personas cuyos estados emocionales (tristeza, nerviosismo, ansiedad, rabia, etc.) las inducen a comer grandes cantidades aún cuando no tienen apetito.
- Factores endocrinológicos: Un pequeño porcentaje de las personas obesas deben su estado sólo a problemas endocrinológicos (Ej: hipotiroidismo).
- Fármacos: Algunos medicamentos producen como efecto secundario el aumento de la grasa corporal (Ej: corticoides, hormonas, antidepresivos).
- Embarazos: Gran parte de las mujeres deben su obesidad a un aumento exagerado de peso durante sus meses de embarazo (20-30 kg); que no alcanza a bajar antes de su segundo embarazo.
Tratamientos
Una vez determinada la causa de la obesidad, el médico recomendará el tratamiento adecuado al paciente. La mayoría de las soluciones ofrecidas incluyen dietas confeccionadas de acuerdo a la edad y tipo de vida que lleva el sujeto. Cada dieta es personal. Un régimen que dio buenos resultados a un persona, no asegura una baja de peso para cualquiera que la adopte.
Todo tratamiento incorpora la recomendación de aumentar la actividad física, pues la mayoría de los obesos son personas sedentarias. El médico determinará qué tipo de actividad será la más recomendada para el paciente basándose en la contextura corporal, entre otros aspectos.
Algunos profesionales incorporan a la dieta y actividad física, la ingesta de medicamentos. Si bien el uso de algunos fármacos anorexígenos es cuestionado por los efectos colaterales que pueden producir, existen otros que no representan peligro para la salud. Tal es el caso de algúnos medicamentos que ayudan a eliminar la grasa y otros que actúan como ansiolíticos, eliminando la ansiedad que induce a algunos pacientes a comer en forma desmedida.