Los jugos naturales de frutas son muy sanos pero engordan porque producen un aumento rápido de azúcar en la sangre.
En cambio, se ha comprobado que beber un vaso de jugo de algún cítrico (naranja, limón o pomelo) antes de comer, en lugar de después, ayuda a mantener la línea porque, entre otras cosas, desintoxica el aparato digestivo y disminuye el apetito.
La dieta que presentamos se basa en el consumo exclusivo de jugos durante tres días. Con ella se puede quemar grasa y perder peso al mismo tiempo.
Consiste en tomar jugos naturales de frutas como papaya, piña y tamarindo, las cuales tienen las propiedades necesarias para movilizar o quemar la grasa.
La Papaya
Esta es una planta originaria de América y su jugo contiene papaína, enzima similar a la pepsina que produce el sistema digestivo humano y que se requiere para aprovechar al máximo las proteínas y mejorar el proceso digestivo. También aporta vitaminas A y C, calcio, hierro, magnesio, zinc y carbohidratos, y es fuente de betacarotenos (al igual que otras frutas de pigmentación anaranjada, como la zanahoria), que ayudan a prevenir el daño causado en la piel por los radicales libres, lo cual se manifiesta en forma de arrugas.
La Piña
La piña es rica en minerales y contiene al menos 18 aminoácidos (pilares de la nutrición), más una enzima proteolítica llamada brío melina, que actúa como antiinflamatoria y diurética. El jugo de piña agiliza el proceso digestivo y es excelente remedio para las afecciones de la garganta y difteria, gracias a sus propiedades antibióticas.
Tamarindo
Esta fruta es rica en potasio y en menor medida en sodio, hierro, calcio, magnesio y vitamina C. Algunos de sus ácidos componentes (hidrocítico, succínico y tartárico) bloquean la acción de las células receptoras de grasa.
Cómo realizar la dieta
Mientras se realiza este régimen no se consume ningún otro tipo de alimentos ya que las frutas nos proporcionarán vitaminas, fibra, aminoácidos e hidratos de carbono.
Esta dieta carece de proteínas, por ello puede acarrear algunos problemas, como debilitamiento y alteraciones nerviosas, por lo que se sugiere no prolongarla más allá de tres días.
Para no sufrir estragos es importante que a lo largo de este periodo se ingieran suplementos alimenticios ricos en vitaminas B y C, además de beber diariamente dos litros de agua (preferentemente mineral) para evitar la deshidratación de los tejidos, así como realizar ejercicio físico en sesiones ligeras.
También se recomienda que una semana antes de iniciar la dieta beba jugo de cualquiera de las frutas señaladas, o un concentrado de todas ellas, durante la cena. De esta forma acondicionará al organismo para que no resienta los efectos de este régimen alimenticio.
A partir del primer día se debe tomar un litro 250 mililitros (equivalente a cinco tazas) diarios de jugo de piña, papaya y tamarindo (para éste ultimo se recomienda utilizar un extractor) repartidos en cinco tomas iguales de 250 mililitros: una en el desayuno, otra, diluida en medio litro de agua, para consumir a lo largo de la mañana, una más en la comida y de igual forma en merienda y cena.
Al terminar la dieta, es importante reiniciar la alimentación con productos blandos para no forzar el proceso digestivo (verduras y pollo cocidos, cantidad mínima de grasa, carne asada, etcétera). Es conveniente mantener el consumo de los mismos jugos por un mes, ya que sólo así el organismo recuperará su funcionamiento normal.
Mantenimiento
Para mantener los resultados obtenidos deben eliminarse de la dieta los dulces y harinas refinadas (pan dulce, pastas), así como alcohol y carnes con grasa excesiva, limitar los derivados lácteos (exceptuando queso panela y yogurt) y hacer ejercicio físico. Es conveniente repetir la dieta tres meses después de haberla concluido, siguiendo nuevamente cada una de las indicaciones.