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ACTUALIDAD
NOTICIOSA |
Dra. Viviana
Muñoz: |
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TODO SOBRE LAS DIETAS
Eliminar los carbohidratos de la dieta es un error,
dice la especialista en obesidad, porque nuestro organismo
los necesita para funcionar y porque, salvo que sean
comidos en exceso, ellos no van a depósito de
grasa. Pero sí van el poquito de mantequilla,
de crema, de leche entera, de chocolate, de aceites,
de grasa derivada de la carne, de alcohol, de pasteles...
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Se puede
adelgazar comiendo pan, pastas y arroz, dice la doctora Vivian
Muñoz, experta en obesidad. No se puede adelgazar,
en cambio, comiendo mantequilla, salsas, cremas, carnes rojas
con grasas, chocolates y bebidas colas, y aceitándolo
todo. Un buen plan de alimentación sana, austera pero
no pobre, puede perfectamente ayudar a alguien a reducir paulatinamente
su peso y mantenerlo en el tiempo. Pero para eso se requiere
conciencia, aclara, porque acá solemos hacerlo todo
al revés. Tomamos un café pelado y luego, al
almuerzo, un plato con una lechuga y un bistec. Y en la tarde,
que es cuando el organismo menos trabaja, nos desquitamos
por el dolor sufrido en el día.
Comer
muy poco y muy pocas veces en el día es lo peor: hace
perder masa muscular, y los kilos se recuperan muy fácilmente
cuando el régimen termina. Peor aún: como se
perdió masa muscular, la próxima dieta tiene
que ser aun más hipocalórica para poder bajar
lo mismo que antes. Se produce un círculo negativo
y dañino que sólo puede revertirse cambiando
los hábitos alimentarios, y eso pasa por decirle adiós
a las grasas.
¿Qué
es una buena dieta?
Una
dieta en general solamente significa un sistema de alimentación
especial. Si hablamos de dietas para bajar de peso, de ellas
hay montones, y la mayoría de ellas tienen éxito.
El problema es que éste no se mantiene a largo plazo,
porque en general son mal hechas, mal distribuidas, o son
dietas disarmónicas.
¿Eso
quiere decir que son desequilibradas?
Sí,
tienen desequilibrio desde el punto de vista nutricional.
Suelen ser de estructuras muy especiales o demasiado diferentes
a lo que el organismo requiere como aporte básico.
El ser humano normal necesita un 50 por ciento de lo que ingiere
aportado directamente por carbohidratos, y un 30 por ciento
de proteínas. Si se hace una dieta disarmónica,
desajusta y descompensa al organismo. Hay sistemas de dietas
que son ricas en puras proteínas, te sacan para siempre
el arroz y las papas e incluso las frutas. Se produce un terremoto
interno metabólico, lo que hace que la persona pierda
peso, pero es tan grande el desorden que vuelve a recuperarlo.
Una dieta correcta implica producir un cambio dentro del organismo
de la persona, que a la larga lleve a un balance negativo
de aporte energético de grasas. Una dieta bien hecha
debería ser hipograsa, que tenga un déficit
de grasa, y que ese déficit de grasa se pueda compensar
con aumento de otro tipo de nutrientes, un poquito más
de proteínas, un poco más de carbohidratos,
de fruta, de vegetales, etc.. Va a permitir bajar de peso
cuidando la salud y bajando solamente grasa, no otros componentes
corporales. Las dietas disarmónicas hacen bajar agua,
músculo, vitaminas, minerales, y también un
poquito de grasa, lo que te hace verte más flaca, pero
eso te dura muy poco.
O
sea, el monstruo es la grasa.
Lejos.
Otro elemento que es un aportador de energía y que
hace que mucha gente vaya ganando grasa aunque no la ingiera
directamente, es el alcohol. Idealmente una dieta también
debería ser mínima o nula en aporte de alcohol,
porque éste a la larga se va depositando en forma de
grasa.
El
común de la gente piensa que los carbohidratos engordan
mucho.
Los
carbohidratos, a diferencia de lo que la gran mayoría
piensa, no van directamente a depósito de grasa. Si
comes mucho pan, papas, arroz, legumbres, fideos, no te vas
poner gorda de grasa, salvo que comas exceso y seas tremendamente
sedentaria. La gran mayoría de los carbohidratos es
utilizada para combustión de primera línea.
Nosotros funcionamos, nuestro corazón late, pensamos,
todo gracias al azúcar. No se puede suspender o bajar
al mínimo la expresión de aporte energético
en base a carbohidratos. El gran error, incluso de profesionales,
es sugerir dietas que restringen demasiado los carbohidratos
o todo pariente de azúcares. Se sabe que una persona
que está comiendo una cantidad adecuada de este tipo
de alimento lo va a utilizar, lo va a quemar, el músculo
lo necesita para poder caminar y el corazón, para latir.
Rara vez se va a transformar en grasa, salvo que se esté
comiendo una cantidad enorme de panes al día, cinco,
10, 15. En cambio, si comes un poquito de grasa, eso va directamente
a depósito. Todo se va sumando, los poquitos de margarina,
mantequilla, queso, salame, embutidos, de grasa de carnes
rojas.
¿Por
qué está tan masificada la idea de que el pan
engorda?
En
general, los carbohidratos son alimentos muy baratos y se
tienden a ocupar en exceso. Si te pones a comer una cantidad
de pan enorme y además lo acompañas con grasa,
vas a engordar. Hay que saber también que hay panes
preparados con grasa. Hay mucha diferencia entre comerse una
marraqueta y una hallulla. La hallulla es harina con manteca,
la marraqueta es harina con agua. Si comes un pan preparado
con grasa o aceite y le pones margarina o mantequilla, o cualquier
fiambre que tenga grasa, estás comiendo grasa y por
eso engordas. Uno le echa la culpa al pan, pero en realidad
no fue el pan. Si una persona come marraqueta y le pone quesillo,
que prácticamente no tiene grasa, o mermelada, que
puede ser dietética, o un trozo de pollo o jamón
de pavo, eso no la va a engordar. Al contrario, le apoya su
alimentación, la hace ser más equilibrada.
Es
decir, es mejor un buen sandwich que dos galletas.
Mil
veces. Pero hay que tener cuidado: en general, todos los panes
batidos, baguetes, rositas, marraquetas, además de
los panes ricos en fibra, son los que no tienen grasa. Pero
los panes elaborados con aceite, como masa de empanadas, dobladitas,
hallullas, muchos de los panes de molde, preparados con leche
que no siempre es descremada, tienen algo de grasa o aceite.
Cien años atrás la gente no era obesa, y se
alimentaba básicamente de trigo. Comían arroz,
papas, choclos, todo lo que ahora se cree que hay que dejar
para adelgazar. Claramente eso demuestra que la epidemia actual
es producto de los alimentos que hemos incorporado estos últimos
años, y que son todos los derivados de la leche, la
extracción de la grasa de la leche concentrada: mantequillas,
cremas, todo tipo de quesos, exceso de ingesta de grasa derivada
de carnes, o sea, todos los fiambres, y también todo
lo que es repostería, postres elaborados con azúcar.
¿El
azúcar es también un enemigo?
El
ser humano, en realidad, no necesita azúcar adicionada
a los alimentos, ya viene en las leguminosas, arroz, en fideos
y en las frutas. Es más que suficiente para vivir.
Deberíamos
tomar el cafecito sin azúcar.
Claro,
pero si eres moderada y le pones dos cucharaditas de azúcar,
está bien. El problema es que la gente además
de eso se come los postres, los pasteles, las tortas y los
kuchenes.
¿Qué
pasa con el organismo cuando está enfrentando una buena
dieta para adelgazar?
La
mayoría de la gente que empieza a hacer una dieta equilibrada
primero se espanta, porque dice "cómo es posible
que yo vaya a adelgazar comiendo arroz y papas, que hace dos
o tres años no como y que es lo único que me
ha mantenido no tan gorda". La mayoría de la gente
en este país, no sé si por apuro, no está
tomando desayuno, un café solo y sería todo.
Almuerzan algo muy rápido, muy frugal, un sandwich
o algo con grasa, no sé, y su comida más importante
del día es la de la noche. O sea, come de una manera
triangular. Va aumentando en volumen desde la mañana
y en aporte de grasas y de proteínas hasta la noche,
pero el organismo requiere más aporte de energía
en la mañana y está más dispuesto a quemarla,
utilizarla y combustionarla a esa hora y durante el mediodía.
Se está haciendo todo al revés. Toda la gente
que vive cuidándose, según ella, haciendo dietas,
comiendo de esta forma, tienen cuerpos cetónicos elevadísimos
en la sangre por tiempos prolongados, y eso los hace no tener
hambre durante el día. Al bajar los cuerpos cetónicos,
la persona empieza a tener el apetito normal, eso lo lleva
a disfrutar del desayuno porque tiene ganas de tomarlo y así
eleva un poco el azúcar en la sangre, lo que le da
energías, se empieza a sentir mejor, contento, se concentra
mejor y rinde mucho más en el trabajo. Cuando se comienza
a comer porcentaje de proteínas un poco más
alto, come legumbres que no comía antes, come claras
de huevo, carnes libres de grasa (pescado, pavo y pollo),
se tiene más sed, se ingiere más agua y se orina
más veces al día. La mayoría de la gente
orina una o dos veces nada más, y despierta con los
ojos como papas, los anillos incrustados, eso es producto
de retención de agua por la mala alimentación.
Todo esto se revierte paulatinamente y la ropa empieza a quedar
mejor.
No
es asunto de sumar calorías, entonces.
No
necesariamente. Sí que son importantes las calorías,
pero son más importantes las fat calories. Hay que
ver cuántas de las calorías ingeridas provenienen
de grasas.
¿Por
qué fracasamos?
Por
muchas causas. Una cosa importante: el organismo tiene un
mecanismo natural de gasto de energía que pocas veces
ocupamos, que es la termogénesis inducida por la dieta.
Quiere decir que el 80% de las calorías que quemamos
depende de nuestro metabolismo basal, es decir, no depende
de nuestra voluntad. El organismo, para estar vivo, quema
el 80 por ciento de lo que come, para que se mueva el intestino,
para que pensemos, para que todo funcione bien. Poco podemos
hacer para aumentar el gasto energético por ese lado.
Pero el 10 por ciento depende de nuestra actividad física
y el otro 10% depende de la cantidad de calorías que
quemamos para procesar los alimentos que comemos. Cada vez
que uno recibe alimento, desde que se mete a la boca, lo mastica,
lo traga, esto se tritura, se procesa, se digiere, se absorbe
y llega hasta los blancos, significa un 10 por ciento del
gasto energético. Por lo tanto, si una persona come
fraccionado, cuatro, seis, siete veces al día, puede
bajar de peso con mucha más facilidad que otra que
come lo mismo pero sólo dos veces, porque está
haciendo funcionar su termogénesis inducida por dieta
al máximo. La gente que come una o dos veces, aunque
coma muy poquito, no hace funcionar muy bien ese sistema gastador
de energía, y por eso tiene que estar comiendo muy
poco para mantener el peso, y se sale un poco de la dieta
e inmediatamente recupera.
"La otra causa de fracaso, quizás en dietas muy
restrictivas en cuanto a cantidad, es mala calidad de lo que
se come. Ejemplo, el clásico bistec con lechuga. Y
la persona dice "Igual engordo". Claro, porque escogió
un tipo de carne muy rica en grasa, porque seguro lo hicieron
además que lo hizo con un poco de aceite, y la lechuga
es un tipo de vegetal que da hambre a la media hora, y después
se comes dos o tres galletas con mantequilla. Poco, pero pura
grasa.
Un
mejor plato sería, entonces:
Una
dieta más rica en carbohidratos, que incluyera un día
un plato de lentejas. Las lentejas son un plato de muchas
calorías, pero son calorías provenientes de
proteínas y carbohidratos, no de grasa. Te produce
una saciedad muy prolongada en el tiempo, induce un alto gasto
energético, tu organismo tiene que transpirar mucho
para procesar ese alimento. Si el plato aporta 300 calorías,
a lo mejor puedes quemar o gastar 100 calorías en procesar
ese alimento. En el fondo, no engorda tanto.
Depende
de cómo se cocinen esas lentejas, ¿no?
Por
supuesto, porque si las haces con tocino, con fritanga, con
chorizo encima, será igual que comerse un lomito con
mayonesa. Pero si quieres comer sano, hay que freír
la cebollita con un poquito de aceite, un montón de
verduras y poner las lentejas y arroz. Evitar la longaniza.
Si quieres ser súper estricta, con lo mínimo
o nada de aceite, freír la cebollita con agua, ajito
y especias naturales, hacer las lentejas con un poco de arroz
y zapallos italianos, espinacas, zanahoria rallada y pimentón.
Quedan realmente exquisitas y no engordan.
¿Nuestro
cuerpo no necesita aceite también?
Hay
algunos aceites que contienen ácidos grasos esenciales
que el cuerpo no es capaz de fabricar. Las personas que no
comen nada nada de aceite generalmente están llenas
de moretones, sangran de la nariz, tienen derrames en el ojo.
Les baja el sistema inmune, no tienen suficiente materia prima
para fabricar anticuerpos.
Pero este
aceite hay que recibirlo del reino vegetal, porque engorda
menos que el del reino animal. Si dentro de la dieta se incluyen
paltas, aceitunas, semillas (maní, nueces, almendras,
avellanas), de ellos se reciben estos aceites esenciales.
El problema es que los adultos tenemos tantas fuentes de aceite.
Para bajar de peso, basta una cucharada sopera al día
de aceite de oliva para todas las ensaladas del día.
¿Qué
papel juega la sal?
Es
absolutamente prescindible para el ser humano, porque hemos
aprendido agregarla a los alimentos para que tomen un sabor
diferente. Un niño puede acostumbrarse a no comerla
y recibir igual sodio, cloro y todos los minerales que necesitamos
para mantener nuestros niveles de líquidos corporales
adecuados, porque están en todos los vegetales que
consumimos.
¿Por
qué se asocia dieta con sacrificio?
Porque
se cree que dieta es comer menos. Y además porque nos
han criado con la asociación del alimento con la parte
afectiva. Nuestras emociones contentas van asociados culturalmente
a la comida, a diferencia de otras culturas. El hecho de tener
que hacer algunos cambios en los alimentos, significa un desprendimiento,
se saca algo que es placentero.
¿Hay
alimentos que dan placer?
Tenemos
receptores a nivel cerebral que producen placer por algunos
alimentos, principalmente grasas y azúcares. Los carbohidratos
y todos los otros derivados más refinados, como son
los azúcares y las golosinas, provocan una disminución
de las depresiones, una sedación, bajan la angustia.
Pero la grasa es uno de los alimentos menos saciadores que
existen. Comes chocolate, papas fritas, mantequilla o mayonesa,
y el cerebro casi no se entera de que has recibido la cantidad
adecuada de comida, por lo que sigues comiendo. La grasa tiene
tantas cosas malas, porque no te sacia y además te
engorda. Es tan peligroso que ahora en los restaurantes, para
que todo para que sea rico, tiene que ir acompañado
con crema, con salsa de algo, con mantequilla o con queso.
Eso es pura grasa.
¿La
comida puede ser una adicción?
Sí,
claro, en especial algunos alimentos. Es tan maravilloso ver
que la naturaleza es buena con el ser humano, porque es raro
que un alimento natural produzca adicción. Nadie es
adicto a los porotos, al pescado, a las papas, al arroz, pero
sí a los chocolates, a las cosas que tienen alguna
sustancia química que produce cambio neuroquímico
a nivel cerebral. Se ha visto sí el cuadro de adicción
a los carbohidratos. Y en general se trata de carbohidratos
que contienen azúcares de tipo refinado. Se ha visto
que todas las cosas que tengan parentesco con teocromina,
teofilina o cafeína producen dependencia en el sistema
nervioso central porque mejoran el ánimo. Y si tienen
azúcar, baja la ansiedad.
¿Pasa
eso con las bebidas colas?
Son
peligrosas las bebidas cola porque tienen azúcar y
cafeína. Muchos son obesos por culpa de la asociación
azúcar-cafeína. Hay muchos niños adictos
a ellas, y se han hecho obesos porque son ansiosos o tienen
problemas. Toman la bebida y se calman, porque los seda y
los estimula. Pero qué va ser de ellos en un tiempo
más.
¿Cuánto
de genético tiene la obesidad?
hay
dos períodos clave en que se multiplican los adipositos,
que son las células de la grasa, cuando eres feto,
cuando tienes entre cuatro y seis años, y en la prepubertad.
Después no se multiplican más, sino que crecen
y se achican. Si lograste llegar antes de etapas de multiplicación,
hay más posibilidades de revertir el proceso.
¿No
hay medicamentos que ayuden a revertirlo?
por
suerte, la medicina está avanzando y tiene muchos medicamentos
buenos. Antiguamente lo único que había eran
anorexígenos y derivados de anfetaminas, que no deberían
usarse. Inhiben el apetito, pero producen adicción.
Te ayudan a que no comas, pero no te solucionan el problema
de base. Actualmente hay medicamentos termogénicos,
es decir, que ayudan a quemar la grasa más que quitarte
el hambre. El mejor es la sibutramina, aumenta el gasto energético
y da cierta sensación de saciedad.
¿Es
efectivo el principio de combinación de alimentos de
la antidieta?
Médicamente
no está demostrado que la antidieta, por el solo hecho
de combinar alimentos carbohidratos con vegetales, y
proteínas con vegetales, baje de peso. Pero lo
que sí se sabe es que si comes alimentos pobres en
grasas y ricos en fibras, vas a bajar de peso. El "Coma
arroz con mucha verduras" es bueno, porque estás
recomendando que ingiera poca grasa y ayuda a comer menos
en volumen. Pero la antidieta también dice que tomar
leche es antinatural. Pero es la grasa de la leche la que
hace mal cuando se está con sobrepeso, en adultos,
no en niños. La leche es importante porque el calcio
es escaso en otros alimentos.
¿Qué
son exactamente los productos diet y light?
Alimento
dietético es especial para una dieta, pero no especifica
qué dieta. Puede no tener grasa, pero sí azúcar.
El light implica que es liviano en calorías, y sí
puede ayudar a reducir peso.
¿Por
cuánto tiempo puede una persona estar haciendo dieta?
Toda
la vida. Hablo de sistema de alimentación diferente
que va a ayudar a bajar de peso y luego, a mantener el peso.
Las dietas son monótonas, restrictivas, tienden a ser
fomes. Si se va a hacer porque alguien se casa en dos meses,
bien. Cuando una persona tiene tendencia a subir de peso,
la recomendación es que cambie o mejore sus hábitos
para toda la vida, que aprenda a comer lo mínimo de
grasa, carbohidratos varias veces al día en forma moderada,
proteínas de carnes libres de grasas, y mucha fruta
y verduras. Hay que evitar los alimentos demasiado elaborados.
¿Cuáles
son los mitos más frecuentes?
Que
hay que dejar el pan para bajar de peso y que hay que comer
galletas de agua, es es atroz. Las galletas de agua producen
mucha menos saciedad que el pan y la gente puede comerse el
paquete entero y engorda peor. Que hay que comer bistec a
la plancha, yo recomiendo moderar las carnes rojas lo más
posible, y comer pescado, debería ser el número
uno dentro de las dietas porque tiene menos grasa, y si tiene
una gota, es buena, porque sube el colesterol bueno, limpia
la sangre. Tiene vitaminas liposolubles que son antioxidantes.
Hay que comer carne blanca con ensalada y un poquito de arroz
o papa, pero papa cocida, no en puré ni dorada ni frita.
Otro mito: "Si puedes saltarte el almuerzo, mejor, y
café pelado en la mañana, mejor". No hay
que comer muy poco, las dietas demasiado hipocalóricas,
que tengan menos de mil calorías diarias, producen
cuerpos cetónicos en la sangre, lo que induce a anorexia,
quita el hambre y hace comer peor aun, y a corto o largo plazo
igual va a hacer ganar peso o recuperar lo que se bajó.
Algo muy importante: las dietas hipocalóricas inducen
a un hipotiroidismo funcional, hacen que la tiroides, que
es de las grandes glándulas del peso corporal, disminuya
su función. El organismo está trabajando con
un gasto energético mínimo, está ahorrando
todo, se está defendiendo de la inanición. Por
eso los huelguistas de hambre están 30 ó 40
días sin comer, porque tienen la tiroides funcionando
al mínimo. Baja la temperatura corporal para ahorrar
energía, baja la frecuencia cardíaca para ahorrar
energía, hasta el pulso es más lento. El organismo
hace todo lo posible para no bajar de peso cuando uno come
muy poquito. Las dietas hipocalóricas pueden ayudar
a bajar de peso en muy corto plazo, en una semana, para una
emergencia, pero no son ninguna panacea. Hay que fraccionar
las comidas. Si haces cuatro comidas al día, vas a
bajar más fácil. Que los tallarines engordan
es mentira. Engordan cuando les pones queso o mantequilla,
pero si haces un plato con salsa de tomates natural, con aceitunas,
champiñones, resulta algo súper energético,
algo que vas combustionar con mucha facilidad. Los deportistas
comen básicamente pastas, y eso les aporta energía,
les mantienen el glicógeno, que es la principal fuente
de energía dentro del músculo, y éste
va ser capaz de quemar. Si no se comen carbohidratos, al bajar
de peso, se quema masa muscular, y al quedar con menos músculos,
se pierde capacidad de quemar energía. Al perder dos
kilos de músculos, si antes comías mil 600 calorías,
como ya perdiste dos, ahora la nueva condición para
mantener el peso es que tienes que comer mil 400 calorías.
Para mantenerte, en el fondo, vas requiriendo cada vez que
la comida sea menos.
¿Se
puede recuperar la masa muscular?
Sí,
pero con ejercicios y con más comida.
Mónica Rojas
Diario La Tercera
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