El escultural regreso de Kathy Orellana
José A. Castellaro
Hace un año, la gordita picarona de “Rojo”, Katherine Orellana, aprovechó que “Primer Plano” estaba regalando cirugías a famosillos para superar el bajo rating y aceptó someterse a un bypass gástrico. En el programa mostraron lo exitoso de su operación y el cambio de vida que significó para Orellana el tener que dejar de lado churrascos, completos y parrilladas de interiores, para reemplazarlos por las lechugas, betarragas, tomates y pepinos que ella misma vendía junto a sus padres en la feria y que jamás le llamaron mucho la atención a su paladar.
Habiendo cumplido con quienes financiaron su operación y además fuera de “Rojo”, la nueva vida light siguió acompañando a Kathy, quien para sumarle apoyo a su dieta comenzó practicar natación y a visitar el gimnasio tres veces por semana. Así, llegó a perder el equivalente a un saco y medio de cemento. “Bajé 60 kilos desde la operación. Hago una dieta en que como de todo, pero equilibradamente”, cuenta Orellana con coquetería.
Pese a que ahora tiene una figura que la tiene más que contenta, igual reconoce que le da vergüenza exhibir las curvas que ahora posee. “Ahora me siento bonita, me siento súper bien así como estoy. Aunque igual me da un poquito de susto mostrarme, voy de a poco todavía. Me pasan vestidos maravillosos, pero como que todavía no tengo esa personalidad para andar mostrando tanto”, confiesa la cantante, que el jueves visitó a sus ex compañeros de “Rojo” para exhibirles su nueva figura.
-¿De gorda picarona a flaca pudorosa?
-Me queda el pudor. Creo que el juego de la sensualidad tiene mucho que ver con la imaginación. La idea es mostrar lo necesario, muy pocas chilenas saben jugar con la sensualidad y espero hacerlo bien.
-Estás muy distinta, ¿te viste en la tele después de ir a “Rojo”?
-Soy súper criticona conmigo, pero al verme sentí que no era yo. Y a la gente le pasa lo mismo, que tienen que escuchar mi voz para cachar que soy yo. Si no es por la voz no me reconocen, ya me ha pasado en eventos, que se dan cuenta que soy yo cuando empiezo a cantar.
-El vozarrón te quedó, no cabe duda.
-Yo me operé por una cuestión de salud, pero una vez Don Francisco me dijo: Tenís demasiado talento como para encasillarte como la gordita picarona. Basta de gordita, córtala con lo de picarona y usa tu nombre . Y yo le hice caso, si es el monstruo de las comunicaciones.
-¿Ahora cantarás temas más romanticones?
-Estoy entrando en la volá de la composición, con armonías y letras. Quiero sentirme artista, músico y no un producto desechable de la televisión, porque claramente en Rojo eramos productos y fuimos desechados, pero yo siempre quiero sentirme utilizable y pretendo demostrarme eso.
3 veces a la semana asiste Kathy al gimnasio.
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