Incluso pechugas le aparecieron a Alejandro Sanz a medida que fue atiborrando su cuerpo con calorías de más, provenientes del trago y de la comida. La prensa tuvo la paciencia de ir haciendo un registro de la figura del cantante a medida que ésta aumentaba su tamaño, entre otras cosas, gracias al reposo que le prescribieron los médicos cuando lo superó el estrés.
Primero los paparrazzi lo captaron luciendo un abdomen algo prominente. Hasta que llegó el momento en que, durante el verano pasado, lo sorprendieron con una tremenda panza al aire, en un balcón, y también intentando ocultar su obesidad dentro de un abrigo de cuero negro.
“Alejandro ha pasado por momentos muy difíciles. Dejó de hacer algunas de las actividades que le gustaban y se refugió en la comida”, declaró un amigo suyo cuando se difundieron las fotografías.