Tener un bebé “buchú”, con una barriguita y bien gordito es un motivo de orgullo para muchos padres.
Sin embargo, ante la incidencia de la obesidad infantil, tener un hijo con estas características debe ser un motivo de alerta, más que de alegría.
Y es que la obesidad es un problema tan pesado que definitivamente no debería ser cosa de niños.
Diabetes, hipertensión arterial, altos niveles de colesterol y problemas ortopédicos son algunos de los complicaciones de salud que acarrea el exceso de grasa.
Mientras que a nivel psicológico, estar en sobrepeso le expone a las bromas, burlas y el rechazo de los demás compañeros lo que le produce una baja autoestima que puede derivar en trastornos alimenticios como bulimia y anorexia.
Interesados en que pueda evitarle estos traumas a sus hijos, ¡Vivir! habló con tres endocrinólogas, una de ellas pediátrica, y comparte con ustedes algunos de sus consejos de cómo frenar la obesidad infantil y librar a su pequeño de este terrible mal.
Un cambio de cultura. “Para frenar la obesidad infantil lo primero que se debe hacer es un cambio en la cultura que permita la revalorización de lo que es estar en salud y no, pues para los dominicanos los gorditos son quienes están en salud”.
Así lo expresa la doctora Dolores Mejía, endocrinóloga y nutricionista.
Y este cambio debe partir de la familia, donde, según la endocrinóloga Radyvelka Then, se origina parte de este problema.
“Es necesario enseñar con el ejemplo. Se ha demostrado que aquellos niños que ven a sus padres comer sano, también se alimentan bien”, indica la doctora.
Así, será vital cambiar hábitos relacionados a la forma de alimentación.
“Se debe obviar la costumbre de ‘alimentar’ a los niños con jugos procesados, galletas de chocolate y refrescos de botella”, enfatiza Adonise Rosario, endocrinóloga pediátrica.
Agrega que lo ideal es que cuando se le empieza a suministrar alimentos sólidos al niño, se inicie dándole verduras, vegetales y frutas; sólo después los dulces.
Sin embargo, si ya su bebé está “crecidito” y tiene el mal hábito de que sólo desea comer helado y comida chatarra, debe inculcarle el hábito de comer alimentos saludables, señalan las doctoras.
“Ningún niño debe elegir qué comer, esa responsabilidad corresponde a los padres”, dice Mejía.
Otro hábito que ha de cambiar es el de acostumbrar al niño a permanecer sentado frente al televisor o a la computadora; se le debe enseñar a desarrollar actividades físicas.
“Antes, cuando éramos pequeños, vivíamos dando carrera en el patio, pero los niños de ahora hacen muy poca actividad física, lo que eleva el riesgo de sufrir obesidad”, señala la doctora Rosario.
El dinero no es excusa
Hay que dejar de lado creencias como que los niños no pueden comer alimentos light y que además este tipo de comida es muy cara.
“Actualmente en nuestro país está muy de moda consumir comida chatarra; sin embargo, una pizza es más cara que una fruta”, señala la doctora Radyvelka.
Es por esto que, aunque reconocen que la situación económica está difícil, las tres doctoras coinciden en señalar que la falta de dinero no es una excusa para alimentarse bien.
“Un pan acompañado de un huevo salcochado, un guineo o una naranja, y un vaso de leche es una porción con todos los nutrientes y no es costosa”, dice la doctora Adonise.
Desde el Estado
Si en este esfuerzo de prevenir la obesidad infantil la familia es importante, ¿Qué decir del Estado?
Al respecto, la doctora Adonise cree necesario crear una política estatal que permita la difusión de una campaña publicitaria que informe que la obesidad infantil es un problema.
“Es necesario que se hagan anuncios que promuevan el consumo de meriendas saludables, aunque abajo digan “E pa’alante que vamos”, dijo.
Y es que la búsqueda de una niñez más saludable es una causa tan válida que debe unir a padres, maestros, médicos y, por supuesto, a las autoridades gubernamentales.
Las frases
Adonise Rosario
De 11 niños que vienen a mi consultorio diariamente la mitad está sobrepeso, lo que revela que en nuestro país la incidencia de la obesidad infantil se puede calificar como media pero que tiene una tendencia a la alza”.
Dolores Mejía
Una buena merienda es vital, es importante que tanto en la que el niño vaya a consumir en la casa como en la del colegio se incorporen frutas y vegetales en lugar de alimentos procesados”.
Radyvelka Then
Los dos primeros años de alimentación son vitales en el desarrollo de los niños, ya que durante estos se define tanto los hábitos alimenticios que le acompañarán de por vida, como lo que se podría denominar su índice de grasa corporal”.
Las claves
1. Dieta balanceada
Las comidas para los niños deben incluir carbohidratos, proteínas, lípidos y vitaminas.
2. Ejercicios
Es importante que los niños desarrollen una rutina de ejercicios y actividades físicas que les ayuden a mantenerse en forma.