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Hacer ejercicio: anótalo en tu agenda


Busca los huecos de tu agenda
Si la repasas bien te darás cuenta de la cantidad de horas muertas o desaprovechadas que hay en tu agenda diaria y que puedes emplear para ponerte en forma. Pero no se trata de ir al gimnasio dos veces a la semana o de dar un paseo por la tarde, conciénciate de que cada día debes incluir alguna actividad que compense la cantidad de horas que pasas trabajando, sin moverte o dedicada a los demás. Toma nota:



-Antes de ir a trabajar
Si no entras demasiado pronto levántate media hora antes y aprovecha para montar en bici estática, hacer jogging o, simplemente, dar un paseo antes de desayunar. ¿Qué estamos locos? Pruébalo y luego nos lo cuentas: hacer ejercicio al empezar el día activa el metabolismo, lo que significa que empieza a quemar calorías desde que te levantas. Regulas y controlas tu apetito; tus ritmos y funciones biológicas se equilibran; puedes disfrutar de ¿tu momento a solas¿; y, sobre todo, empezarás el día fresca y con una sonrisa.
Durante la mañana
Hay un montón de cosas que puedes hacer, en la calle, en casa o en el trabajo, para mantenerte activa. Tus reglas de oro:
° Andar y subir todas las escaleras que puedas. A la compra, de compras, a comer o a dar una vuelta, vete andando.
° Si trabajas frente a un ordenador procura levantarte cada hora. Beber agua te obligará a moverte para ir al baño.
° Sentada en el trabajo o en casa, aprieta la tripa y las nalgas cada vez que te acuerdes.
¿ Piensa o habla por teléfono mientras caminas por tu despacho
A medio día
Es el momento estrella para muchas mujeres que trabajan y tienen la tarde comprometida con sus hijos, su casa o su trabajo. Nadie puede negarte tu hora de comer, así que aprovéchala para ir al gimnasio. Haciendo aeróbic, cardio-box o step liberarás energías y volverás como nueva. Pero sé inteligente:
° Desayuna bien, come algo a media mañana y algo más después de entrenar.
° Si no te da tiempo a ir al gimnasio, aprovecha la hora de comer para darte un paseo, aunque sea mirando escaparates. Lo peor que puedes hacer: quedarte en el trabajo y comerte un sándwich frente al ordenador; tu trasero tendrá razones más que de peso para engordar. Para mujeres muy estresadas: apúntate a una piscina y nada una hora a medio día, volverás a trabajo suave como la seda.
Por la tarde
No te descuides, aunque hayas hecho ejercicio al medio día no dejes que la máquina se pare: levántate a tomar un café, sube las escaleras de un piso a otro, mueve las piernas en tu silla, haz contracciones de cola y panza y no pases más de una hora sentada sin moverte. Recomendación: por la tarde, cuando empiezas a sentirte rígida y cansada, es el momento perfecto para hacer estiramientos en el trabajo:
° Cabeza a un lado y a otro. Luego pon ambas manos en la nuca, cierra los codos y baja la cabeza
° Haz movimientos circulares con los hombros hacia delante y hacia atrás
° Entrelaza los dedos y estira los brazos hacia arriba y hacia atrás
° Agárrate las manos, arquea la espalda y estira los brazos hacia delante
° Ponte recta, mira al frente, cógete las manos por detrás y tira
°Échate hacia un lado en la silla, coge el empeine y estira el muslo; hazlo con la otra pierna
° Estira cada brazo hacia arriba y hacia el lado para tirar del costado
° Cruza una pierna sin que se toquen los muslos y estírate muy recta hacia delante cogiendo rodilla y tobillo: notarás la espalda y las nalgas
° Levántate y suelta un poco piernas y brazos
Al salir del trabajo
Si te has apuntado a un gimnasio, anota con mayúsculas en tu agenda los días y las horas a las que vas a ir y tómatelos como una reunión de trabajo a la que no puedes faltar.
Shopping activo: después de un estresante día de trabajo puede que lo que necesites sea un poco de frivolidad. Adelante, vete de compras, pero sin coche. Sin darte cuenta puedes pasarte varias horas andando y moviendo el corazón. Actividades relajantes:
° Hacer yoga, tai chi o simplemente nadar, son actividades muy recomendables para quienes trabajan.
° Entrena con tus hijos o mientras limpias: si no te queda más remedio que ocuparte de tu casa y de tus hijos, estupendo, pero plantéatelo de manera activa.
° Llévales a montar en bici, a patinar o aprovecha para caminar mientras ellos juegan. En casa, y con una buena técnica que no te destroce la espalda, limpiar puede ayudarte a mantenerte en forma.
Al final del día
Si al salir del trabajo tú has ido a buscar a los niños, a hacer la compra o has hecho la casa, pásale el relevo a tu pareja cuando llegue y aprovecha para irte una horita al gimnasio, a dar un paseo, a correr o a hacer bici estática. Si no tenéis obligaciones, aprovechad para hacer estas actividades juntos. Y si no tienes niños, ni pareja ni obligaciones, desfógate haciendo cualquier deporte y luego date una sauna en el gimnasio o un buen baño en casa.
Idea relax: si te cuesta conciliar el sueño, un buen paseo después de cenar te ayudará a hacer la digestión y a relajarte antes de meterte en al cama. Estar todo el día entre cuatro paredes produce una gran sensación de agobio.
El fin de semana
Aquí ya no hay ¿peros¿ que valgan. Puedes ir al gimnasio, al campo o al parque con tus hijos, a la piscina o al polideportivo, a bailes de salón o a bailar por la noche... si tienes tiempo para comer, dormir, también lo tienes para moverte.

Terra España


Miercoles  23 de Enero de 2008