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Dietas ineficaces y poco saludables


Dos de cada tres clínicas de adelgazamiento en España no ofrecen lo que prometen. Así de clara es la conclusión de un informe elaborado por la revista Consumer-Eroski que subraya que la mayoría de estos centros, que cobran una media de 1.400 euros por un tratamiento adelgazante, no identifican adecuadamente el problema del cliente, no le explican bien el tratamiento, plantean pérdidas de peso demasiado rápidas para que duren, en muchos casos no cuentan con personal especializado y proponen tratamientos con productos estrella en lugar de analizar en detalle los hábitos alimentarios del cliente.



El análisis de la revista se ha realizado visitando en 18 ciudades de toda España un total de "103 centros representativos de la amplia tipología de negocios especializados en tratamientos de adelgazamiento y estética corporal", como herbolarios, parafarmacias, locales de dietética, consultas en domicilios particulares y también cadenas de centros de adelgazamiento (franquicias como Naturhouse o Corporación Dermoestética, que también suspenden el examen). Hace cinco años, ya se hizo un informe similar de un negocio en el que los españoles se gastaron en 2003 2.000 millones de euros. Los resultados son ahora peores.
Los técnicos de la revista, haciéndose pasar por clientes que querían perder peso, han sometido a estos centros a un "examen" del que sólo salen airosos un 18%. El 68% suspende el examen. De los suspensos, el 84% obtiene una calificación de "muy deficiente". Para empezar, de los 22 técnicos que hicieron el examen, la mitad no necesitaba perder peso, cinco de ellos sólo tenían un ligero sobrepeso y otros seis eran obesos en distinto grado. Así, el examen consistía en comparar las recomendaciones de estas clínicas con lo que médicos y expertos en nutrición establecieron como criterios eficaces y saludables para perder peso. Tras la comparación, las recomendaciones de la mayoría estas clínicas suscitaban la desconfianza de los expertos.
Según Consumer-Eroski, los defectos más comunes que encuentran en estos centros es que "la mayoría no identifica de manera adecuada el problema", lo cual puede deberse a que en un tercio de ellos los clientes no son atendidos por médicos especializados o expertos en nutrición o a que a casi la mitad, el 46%, lo que les interesa es vender un producto estrella (algún suplemento dietético). Por ello, no tienen en cuenta los hábitos de vida y alimentarios de los clientes. Además, un tercio de ellos publicita "pérdidas de peso excesivamente rápidas para que resulten saludables y duraderas".
Ni el peso
Más en concreto, relata el informe que un porcentaje elevado (el 42%) de estos centros no se toma la molestia de identificar el problema del cliente de forma detallada, haciendo las preceptivas mediciones de altura, peso o índice de masa corporal, hábitos alimenticios o costumbres. Basten como ejemplos que "más del 65% de los centros ni se interesaron ni revisaron la tensión arterial" e incluso que hasta un 13% de los centros ni siquiera preguntó el peso del cliente.
Muchos de los centros analizados utilizan como gancho comercial la "primera consulta gratuita", pero no dan información suficiente en esa visita, por lo que hay que volver y pagar. Además, un 44% de los centros no tenían un programa de seguimiento del peso, ago considerado imprescindible para determinar la eficacia de un tratamiento.

Terra/Afp


Jueves 31 de Enero de 2008