Durante los primeros 3 meses suponía un intensivo de adelgazamiento y el resultado final dio como conclusión que aquellas que habían consumido más proteínas perdieron más peso, en concreto, 6,5 kilos las primeras en comparación a los 3,4 kilos de las segundas.
Independientemente de esto, también se comprobó que adelgazar estaba relacionado con beneficios en cuanto a los lípidos en el organismo, aumentaron un 20% su nivel de lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol “bueno”. Sin embargo, los niveles de lípidos no mejoraban en sangre ante dietas ricas en proteínas.
Las proteínas permiten la formación de los músculos y transportan las sustancias grasas a través de la sangre, elevando nuestras defensas, de ahí, que muchas de las dietas milagro que carecen de la ingesta de las mismas resulten peligrosas.
Lo mismo sucede con aquellas que abusan del macro nutriente en cuestión, que puede ocasionar descalcificación ósea, daños renales, fatiga y mareos, por ese motivo lo mejor es mantener una alimentación rica y equilibrada
