Según cifras entregadas por el Ministerio de Salud, en 2003, el 23% de la población adulta chilena presentaba este síndrome, cifra que aumenta al 48% en los mayores de 65 años.

Luego de años de estudio se ha comprobado que el consumo de la Dieta Mediterránea, la que se compone básicamente de frutas, verduras, pescado, olivas, vino, carnes blancas, legumbres, cereales, entre otros, reduce en forma importante las alteraciones o defectos que dan pie al Síndrome Metabólico.

Chile es hoy un gran productor y exportador de estos productos. En este contexto es que desde hace algún tiempo el Ministerio de Salud está empeñado en promover una dieta saludable en base a alimentos propios de nuestro ecosistema y que están al alcance de todos.

En octubre de 2004 se dio inicio al proyecto FONDEF: “Programa Alimentario Mediterráneo en Chile” PAM-Chile, bajo la dirección del doctor Federico Leighton P.

Esta iniciativa tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de la población mediante la promoción de una alimentación saludable, diseñar un instrumento capaz de fundamentar acciones de política nutricional dentro y fuera del país, así como promover el desarrollo del sector agroalimentario nacional.

Fue precisamente este último punto el centro de atención del seminario “Dietas Mediterráneas: La Agroindustria va por la Salud”, actividad que se llevó a cabo en Santiago y en donde se analizó extensamente el rol de Chile como principal productor de alimentos altamente saludables y que forman parte de la Dieta Mediterránea, herramienta valiosísima en el control del Síndrome Metabólico.

Uno de los exponentes del seminario fue el presidente de Chilealimentos, Alberto Montanari, quien señaló que a nivel mundial nuestro país se ubica en el lugar Nº 17 del ranking de exportación de alimentos.

Según cifras entregadas por el dirigente, el 87% de las exportaciones alimentarias del 2004 corresponden a alimentos que califican en una Dieta Mediterránea.

En la actualidad, los productos alimentarios chilenos son una oferta relevante en el mundo: 6,5 millones de personas toman un vaso de jugo chileno al día, 6 millones de personas comen una porción de salmón chileno al día y 7 millones toman una copa de vino chileno diariamente.

Para Juan Miguel Ovalle, presidente de la Asociación de Productores Avícolas de Chile, en el mundo se está privilegiando el consumo de alimentos sanos y seguros y es en este contexto donde Chile se ha ganado un lugar destacado como un proveedor seguro y confiable, con altos estándares de calidad en sus carnes blancas.

Al respecto, en 2004 los chilenos consumieron 70 kilos de carnes por habitante, de los cuales 49 kilos corresponden a carnes blancas y el saldo a carnes rojas. En materia de exportaciones, el año pasado Chile anotó envíos por más de 380 millones de dólares en carnes blancas –aves y cerdos- a países de altos niveles de exigencias, como la Unión Europea, México, Japón y Corea.
 
Otro de los componentes esenciales de las Dietas Mediterráneas son las frutas, donde Chile nuevamente ocupa posiciones de liderazgo como productor y exportador.

El presidente de la Asociación de Exportadores de Chile (ASOEX), Ronald Bown, se refirió a las tendencias globales en el consumo de la fruta, resaltando la importancia que a nivel mundial se le está dando al consumo de frutas frescas.

Y en medio de estos productos, como lo señaló el presidente de la Asociación de Viñas de Chile, Aníbal Ariztía, el vino chileno se ha comportado como un embajador destacado de los productos saludables que podemos ofrecer.

El año 2004 las exportaciones alcanzaron los 835 millones de dólares, lo que claramente es un aporte de nuestro país a la disponibilidad mundial de alimentos saludables.