Los
niños británicos han aumentado dos tallas
en los últimos 20 años a causa de los
hábitos sedentarios y una dieta poco equilibrada,
según un estudio publicado ayer. La investigación
alerta de que el Reino Unido está al borde de
una epidemia de obesidad.
Entre
las causas principales se destaca que los niños
pasan demasiado tiempo viendo televisión y jugando
con consolas, dejando de lado actividades como el deporte.
También influyen las dietas inadecuadas, con
bebidas dulces y comida rápida. Según
otro estudio reciente, en 2020 uno de cada cinco niños
será obeso.
Diario
El Mercurio
Miércoles 25 de febrero de 2004
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