ACTUALIDAD
NOTICIOSA
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¡¡Ahora
se discrimina con la balanza a la
vista!! :
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"No
se puede confiar en un gordo, porque los gordos son
indisciplinados o no tienen autoestima. Si tuvieran
cualquiera de esas dos características, no
serían gordos". Con esta máxima,
un político legendario de la escena nacional
festinaba sobre los riesgos de trabajar con personas
obesas y, probablemente sin quererlo, regalaba uno
de los juicios más lúcidos sobre las
connotaciones que tiene la gordura en el trabajo
moderno.
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Mucho
más allá de las apreciaciones valóricas
y estéticas que se puedan sostener, lo cierto es
que en el plano estrictamente científico la condición
física de los colaboradores tiene un efecto potente
sobre la productividad del grupo, situación que
encuentra su manifestación material en indicadores
tan críticos como el ausentismo o la capacidad para
asimilar jornadas extenuantes.
Incluso
reconociendo que en algunas actividades la apariencia y
la capacidad de movimiento pueden resultar menos relevantes
que en otras (en tareas estrictamente intelectuales, por
ejemplo), no hay que perder de vista que las imágenes
que las organizaciones proyectan en sus clientes están
indivisiblemente vinculadas con la apariencia de cada uno
de sus integrantes y, en esa línea, es menester
guardar cierta coherencia.
La
tercera arista tiene relación directa con los dictámenes
de la ley y de la jurisprudencia. Aquí la obesidad
todavía no se convierte en tema caliente, pero más
vale adelantarse, pues en otros escenarios se ha forjado
una verdadera industria del litigio en torno a las características
físicas de las personas. Las reivindicaciones de
gordos, negros, amarillos y cobrizos han servido como caldo
de cultivo para una formidable casta de abogados y tinterillos
que delimitan hasta la paranoia los espacios por donde
hay que moverse a la hora de elegir con quién trabajar.
En
esa línea, llama la atención el primer y único
intento fallido de un connacional: el 28 de diciembre de
2000, un fallo de primera instancia del Quinto Juzgado
Civil de Santiago no dio lugar a una demanda bastante sui
generis. El "afectado" se sintió ofendido
por un aviso de empleo que exigía buena presencia
para postular al cargo, aun cuando ni siquiera intentó participar
del proceso de selección.
Ciencia
pura
Más
que en otros temas, aquí la ciencia tiene mucho
que decir, pues independientemente de las interpretaciones
valóricas que se hacen sobre el tema (todas tan
discutibles como legítimas), lo importante son sus
implicancias prácticas y reales para el trabajador
y, lógicamente, para la organización que
uno integra.
El
médico de la Mutual de Seguridad de la Cámara
Chilena de la Construcción, José Antonio
del Solar, encabeza desde hace un buen tiempo un programa
orientado a medir el "riesgo persona" de los
chilenos, y en esa tarea ha adoptado una visión
ponderada pero realista sobre la condición física
de los chilenos.
"Está comprobado
que las personas más deportistas toleran mejor el
estrés y el trabajo extenuante. Tanto, que cuando
estás con estrés y haces deporte disminuye
la sensación de fatiga mental", dice Del Solar.
Pese
a lo concluyente que resulta el juicio, hay una gran mayoría
que se mantiene fiel a un camino de exceso y sedentarismo.
Una
evaluación que la Mutual realizó sobre una
muestra de 2.915 trabajadores revela que el 48% de ellos
sufre sobrepeso, el 35% tiene un peso normal y el 17% sufre
obesidad.
Entre
hombres, la situación se agudiza. El 19% padece
obesidad, cifra que contrasta con el 12% de las mujeres.
Dicho
lo anterior, ¿tenemos manga ancha para discriminar
con la pesa en la mano? Para el doctor, no: "Uno tiene
que arar con los bueyes que tiene, y en esa línea
hay que hacer que la gente mejore, que baje su riesgo persona,
antes que discriminar".
Leguleyos
"La
gran mayoría de las cosas políticamente correctas
son incorrectas. No es justo que un tipo no pueda trabajar
por un tema estético, pero todo va a depender del
nivel de obesidad. Si para contratarlo tengo que adecuar
algunas instalaciones de mi oficina, no es justo tener
que hacerlo". El abogado del Estudio Jurídico
Otero, Gerardo Otero, tiene la película clara: dentro
de los márgenes de la normalidad hay que distinguir
la legitimidad de ciertas discriminaciones.
El
artículo 19, número 16, de la Constitución
de la República, prohíbe "cualquier
discriminación que no se base en la idoneidad o
capacidad personal", lo que deja un amplio margen
de interpretación, pues el alcance del término "idoneidad" resulta
a todas luces discutible.
Haciéndose
cargo de esta suerte de ambigüedad jurídica,
el Código del Trabajo agrega algunas cortapisas.
Se entiende por discriminación cualquier consideración
en torno a la raza, color, opinión y origen social,
pero no se hace mención de la condición física.
Incluso en actividades consideradas riesgosas o altamente
demandantes en lo físico, el Código del Trabajo
exige exámenes médicos. En los mineros, por
dar algún ejemplo.
Para
la gerenta de Recursos Humanos de Nike Chile, Angélica
Arteaga, la "idoneidad" también puede
llegar a expresarse en la apariencia: "Si la empresa
trabaja sobre un concepto de salud, vida deportiva y vitalidad,
la imagen de los trabajadores debe estar en línea" .
Sin
riesgo individual
Una
variable a considerar dentro del programa de "Riesgo
persona" que impulsa la Mutual es su carácter
impersonal. Los trabajadores participan sin ninguna aprensión,
pues los indicadores arrojan luces sobre la situación
general de las empresas que participan y no sobre casos
individuales.
El
dato no es menor si se recuerda que la participación
de las personas en este tipo de programas no siempre resulta
tan fluida como se quisiera, sobre todo por el carácter
invasivo que podría atribuírseles.
ESTADÍSTICAS
De
2.915 trabajadores, el 48% de ellos sufre sobrepeso, el
35% tiene un peso normal y el 17% sufre obesidad.
EN
INTERNET
Vea
las ediciones anteriores de Capital Humano en www.economiaynegocios.cl
Martes
1 de junio de 2004
Diario
El Mercurio // Pablo Obregón C.
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