ACTUALIDAD
NOTICIOSA |
Cerca
del 25% de los niños chilenos
sufre sobrepeso u obesidad |
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Con
el objeto de abordar el tratamiento de esta patología
desde una perspectiva integral, la Clínica
Las Condes ha conformado un equipo multidisciplinario
de profesionales de la más alta cualificación,
en el entendido de que este enfoque es el único
que garantiza una solución
efectiva del problema.
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El
doctor Carlos Castillo, médico a cargo del Programa
de Nutrición Infantil del centro, explica al respecto
que "en una primera fase el niño y sus padres
entran en contacto con el médico pediatra especialista
en nutrición, cuyo trabajo es efectuar un diagnóstico
nutricional, dar a conocer las orientaciones del tratamiento
y descartar enfermedades que puedan favorecer el desarrollo
de la obesidad, o en caso de encontrar alguna patología,
derivar al paciente con el especialista indicado. El profesional
nutricionista se encarga de entregar y supervisar después
un plan de cambio de hábitos de alimentación.
Además tenemos sicólogos infantiles, los
que trabajan especialmente en la motivación, para
que los niños y sus familias tengan la capacidad
de realizar cambios suficientes".
En
que consiste la prevencion
Asimismo,
y considerando que frente a este tipo de situaciones bien
vale prevenir, el centro médico también organiza
actividades de difusión y extensión a la
comunidad.
Como
explica Castillo, prevención significa que antes
de que el niño sea obeso, en el primer año
de vida, sus padres pongan en práctica algunas estrategias
básicas, como entregar una alimentación adecuada,
ofrecer un espacio físico disponible si se vive
en un departamento y adoptar alguna rutina de actividades
al aire libre.
"Es
tan delicada la situación que al ritmo que vamos
quizás en los próximos 10 o 20 años
podamos llegar a tener un problema que afecte al 50% de
la población", enfatiza el doctor Castillo,
al tiempo que recuerda que esta cifra ya se observa en
Estado Unidos, donde la mitad de la población sufre
sobrepeso u obesidad.
De
falta de autoestima a serias patologias
Los
niños obesos sufren en sus articulaciones. Ya a
los 3 o 4 años sus piernas no son capaces de aguantar
el peso del cuerpo.
También
son víctimas de serios problemas sicológicos:
Desde pequeños son tratados en forma despectiva
por su pares y lentamente van siendo considerados como
diferentes, segregados, por ejemplo, en los partidos de
fútbol u otros deportes de grupo.
En
la adolescencia, en tanto, se acentúa su mala percepción
de su imagen corporal, resintiéndose por sus dificultades
para acercarse al sexo opuesto.
En
el largo plazo, a su vez, la persona obesa tiene más
probabilidades de desarrollar otras enfermedades. La más
importante es la diabetes. Aunque también está el
aumento del colesterol, cuyas consecuencias pueden ser
un infarto al miocardio o el desencadenamiento de accidentes
vasculares cerebrales.
Además,
según señala el doctor Castillo, "hay
estudios muy recientes que demuestran, al menos en mujeres,
cómo una obesidad muy prolongada puede favorecer
algunas formas de cáncer, como el de mama".
Castillo
sostiene que "el problema que tenemos en Chile es
que nuestro modo de alimentarnos se asemeja cada vez más
al norteamericano". Según precisa, "la
obesidad se asocia fuertemente al consumo de comida rápida
o golosinas (helados, dulces chocolates, jugos azucarados,
etc.). Hay estudios de la Universidad de Chile en los que
se ve que este problema nace en el segundo semestre, entre
los 7 y los 12 meses de vida. Lo primero que da la madre
a su hijo son jugos de frutas azucarados, y de ahí al
año y medio, el 80% de los niños ya ha probado
bebidas gaseosas".
Agrega
que "al año de vida el niño comienza
a ingerir galletas, chocolates y productos salados, y a
los dos años, el 100 % de los niños chilenos
ya tienen insertado en su rutina el consumo de algún
tipo de golosina".
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Habitos
nocivos
El
experto recuerda que entre los niños progresivamente
se ha registrado una disminución del consumo
de frutas y verduras y un aumento en el de carnes
y cereales.
¿Que
significa esto en la práctica?
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A
su juicio, que la variedad de alimentos que consume la
población está mucho más restringida.
Para
Castillo, también hay un problema con las cantidades
de alimentos que se ingieren."En nuestra cultura chilena,
las porciones son muy grandes, claramente más de
lo que necesita un niño. Esto, en relación
a lo que se considera una cantidad normal, la que también
ha variado por la falta de actividad física que
presentan los jóvenes", señala.
De la
misma forma, continúa, "el niño chileno
está teniendo menos espacio para moverse desde los
primeros años de vida. El que vivía en el
campo, al aire libre, en un espacio ilimitado, se ha restringido
cuando llega a la ciudad. Y más aún cuando
pasa de una casa a un departamento, en el cual no puede
moverse a veces simplemente porque hace ruido".
Los
riesgos de la TV
Según
explica el doctor Castillo, uno de los factores de mayor
incidencia en el aumento de la obesidad infantil registrado
en los últimos años es la televisión. "Mientras
más televisión ve un niño, menos tiempo
libre usa para actividades físicas. La TV además
produce un mayor consumo de golosinas. El chico sufre mayor
apetito por estos productos, y además, en el horario
en que ve televisión, recibe publicidad orientada
al consumo de estos dulces. Incluso en estos momentos se
habla de horas pantalla, ya que el mismo chico que tiene
TV ahora está teniendo computador y videojuegos.
Más de dos horas de pantalla al día claramente
interviene con la actividad física, aumenta el consumo
de golosinas e interfiere en la actividad escolar",
precisa el facultativo al respecto.
Diario
La Segunda
Jueves 18 de Marzo de 2004
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